La Luna del Lobo es la primera luna llena del año y alcanzó su máximo brillo el lunes 13 de enero a las 10:27 p. m. La tradición la vincula con el frío persistente del invierno y el aullido de los lobos hambrientos en las noches oscuras. Los astrónomos dicen que aparecerá llena durante unos tres días en la fecha recién mencionada, un momento que coincide con su órbita alrededor de la Tierra.
Este acontecimiento lunar viene acompañado de una emoción extra: es una de las pocas veces al año en que nuestro vecino celeste aparece más redondo en el mes de enero. A diferencia de la luna nueva, que ocurre cuando la luna se encuentra entre la Tierra y el sol, la luna llena ocurre en el lado opuesto de la Tierra. “Si la Luna está en el lado opuesto de la Tierra al Sol, entonces el lado cercano de la Luna estará completamente iluminado. Esto se llama luna llena”, según la NASA.
Origen del nombre aullador
El Dr. Fred Espenak, astrofísico jubilado de la NASA que ha estudiado las fases lunares durante décadas, ha observado cómo cada luna llena adquiere un significado cultural. Algunos nombres provienen de indicios estacionales, mientras que otros provienen de tradiciones históricas.
La Luna del Lobo encaja en un conjunto establecido de nombres que provienen de varios lugares, incluido el Maine Farmers’ Almanac. Este enfoque de nomenclatura se hizo popular en la década de 1930 y tiene sus raíces en la forma en que los grupos nativos americanos rastreaban los cambios estacionales mensuales. La luna llena de enero a veces recibe diferentes nombres de la Luna de Hielo o la Luna Vieja. Sin embargo, el término Luna del Lobo suele ocupar un lugar central.
Los almanaques tradicionales lo atribuyen a una época en la que se podían oír las manadas de lobos repitiendo sus llamadas en terrenos cubiertos de nieve. Los primeros colonos y las comunidades indígenas de Norteamérica transmitieron estas etiquetas como una forma de marcar los ciclos anuales.
Aunque el término Luna de lobo es más conocido hoy en día, algunas fuentes siguen utilizando nombres más antiguos. Un ejemplo es la Luna después del Yule, una referencia a la fiesta de mediados de invierno que se celebraba en algunas partes de la Europa precristiana. Las reuniones de Yule, duraban desde unos pocos días hasta casi dos semanas, a menudo coincidiendo con el solsticio de invierno. Con el tiempo, estas celebraciones se fusionaron con otras costumbres, pero la denominación lunar mantuvo su lugar en la tradición popular.
Emocionante superluna
El año 2025 tiene 12 lunas llenas en el calendario, y tres de ellas se clasifican como superlunas. Una superluna ocurre cuando la luna llena coincide con el punto de la órbita elíptica de la luna más cercano a la Tierra, llamado perigeo. Las superlunas de 2025 están previstas para el 7 de octubre, el 5 de noviembre y el 4 de diciembre. Cada una puede parecer ligeramente más grande que una luna llena normal, aunque la diferencia de tamaño puede ser sutil para los observadores ocasionales.
Las lunas llenas llegan cada 29 días y medio, completando un patrón predecible que la mayoría de los observadores del cielo pueden seguir sin necesidad de un equipo especial. Las siguientes, después de enero, recibirán nombres vinculados a su propia historia, como la Luna de las Nieves en febrero y la Luna de los Gusanos en marzo. Cada una tiene un folclore asociado, que describe desde patrones climáticos hasta cambios en el comportamiento de los animales.
Después de la Luna del Lobo en enero, una serie de otras lunas llenas completarán el resto de 2025. La Luna de Nieve (12 de febrero), la Luna Rosa (13 de abril) y la Luna del Ciervo (10 de julio) tienen, cada una, una rica historia en las tradiciones agrícolas, pesqueras y de caza.
Observar el cielo
Aunque la Luna de Lobo destaca por su dramático nombre, el calendario lunar de todo el año ofrece muchas oportunidades para que los observadores de estrellas miren hacia arriba. Para ver la luna llena no se necesitan telescopios ni prismáticos, por lo que es una invitación abierta para cualquiera que tenga una noche despejada. El espectáculo de este enero podría incitar a reflexionar un poco sobre cómo la simple órbita de la luna puede entrelazarse tan suavemente con el patrimonio cultural.
Las frías semanas de enero crean un escenario sorprendente para la Luna de Lobo, ya que el aire frío a veces ofrece una visibilidad nítida. La trayectoria de la Luna, combinada con la posición de la Tierra en relación con el Sol, produce un rostro brillante que ha inspirado a los humanos durante siglos. Las historias antiguas, la ciencia moderna y las tradiciones locales se mezclan cada vez que la luna llena acapara la atención.
Conocer el origen de este satélite nos puede hacer comprender las distintas culturas que cohabitan en La Tierra. Si quieres conocer más noticias del mundo científico, no dudes en entrar en nuestra sección de actualidad.