En un giro inesperado que mezcla la ficción navideña con la realidad de la lucha contra el crimen, un agente de la Policía Nacional del Perú (PNP) se disfrazó del icónico Grinch para liderar un operativo antidrogas en San Bartolo, un distrito costero al sur de Lima. Esta acción, lejos de ser una broma, resultó en la desarticulación de una banda dedicada al tráfico de cocaína y la detención de varios individuos. Podría parecer una comedia policíaca, pero no, la realidad siempre supera a la ficción. Cuesta no imaginarse a Jim Carrey haciendo muecas y deteniendo a los malhechores.
¿Por qué el policía iba disfrazado del Grinch?
La operación, llevada a cabo por el Escuadrón Verde de la PNP, sorprendió a propios y extraños, volviéndose viral al instante. Las imágenes muestran al policía, vestido con un traje verde fluorescente y elementos característicos del Grinch, tocando la puerta de la vivienda donde se escondía el alijo. Acto seguido, un equipo de agentes armados ingresó a la propiedad y procedió a la detención de los sospechosos.
La decisión de utilizar el disfraz del Grinch como elemento sorpresa en este operativo no fue arbitraria. Según las autoridades, esta estrategia permitió despistar a los delincuentes y facilitar la captura de los responsables. Además, el impacto mediático de esta “locura” ha servido como un mensaje contundente contra el crimen organizado y ha dado horas y horas de televisión.
El uso de disfraces y elementos “llamativos” en operativos policiales no es algo nuevo. En diversas partes del mundo, las fuerzas del orden han utilizado esta cuestionable técnica para sorprender a los cacos y lograr mejores resultados. Más allá del aspecto anecdótico de esta noticia, el operativo llevado a cabo en San Bartolo pone de manifiesto la creatividad (o la locura) de las fuerzas del orden.
Importante remarcar, que este operativo se pudo dar gracias a la colaboración ciudadana. Una denuncia anónima propició que se diera el arresto, el resto, puro show. En conclusión, la historia del Grinch peruano nos muestra que la lucha contra el crimen puede adoptar formas inesperadas y creativas. La ley siempre encontrará la manera de alcanzarlos, incluso si se disfrazan del Grinch.
¿En qué otro lugar puede verse a un agente disfrazado?
Podríamos pensar que la “brillante” idea de disfrazar a un policía del Grinch, es algo único, pero, negamos la mayor. El “Grinch de la Navidad” ha vuelto a salir un año más a patrullar las carreteras del sur de Florida, Estados Unidos, en busca de infractores. Se trata de una iniciativa que surgió hace más de 20 años, y que ya se ha convertido en una tradición navideña. Los agentes se posicionan en una zona con radar, y a todo el que se pase de la raya, le paran y preguntan ¿multa o cebolla? Como era de esperar, todos los conductores eligen cebolla.
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