Cada año, durante la Semana Santa, Madrid se convierte en un destino imprescindible para los amantes de la gastronomía tradicional. Uno de los protagonistas indiscutibles de estas fechas es la torrija, un dulce que, más allá de su sencillez, refleja la riqueza culinaria de la región. En 2025, la ciudad ha puesto en valor su Ruta de las Torrijas, permitiendo a residentes y visitantes disfrutar de una amplia variedad de versiones de este postre emblemático.
¿De dónde viene la tradición de las torrijas en la Semana Santa de Madrid?
La torrija es un postre con siglos de historia en la capital española. Originalmente concebida como una receta de aprovechamiento, ha evolucionado hasta convertirse en una delicia gourmet. Durante la Semana Santa de 2024, las pastelerías artesanas de la Comunidad de Madrid vendieron aproximadamente 7,1 millones de torrijas, lo que deja claro su arraigo en la cultura local.
La Ruta de las Torrijas de Madrid invita a conocer diferentes barrios y establecimientos que ofrecen sus versiones particulares de este dulce. Participan en esta ruta pastelerías y cafeterías que, durante el mes de abril, presentan sus propuestas especiales para la ocasión. Por ejemplo, Nopa Bagels ha sorprendido con una torrija americana acompañada de sirope de arce, mientras que La Hermosita ofrece una versión clásica con crema tostada y rellenos innovadores como bombón rocher o kinder.
Además, la Asociación de Empresarios Artesanos del sector de Pastelería de Madrid organiza el concurso “Las mejores torrijas de la Comunidad de Madrid”, donde se premian las propuestas más destacadas en diversas categorías. En ediciones anteriores, pastelerías como La Oriental y El Riojano han sido reconocidas por la calidad y originalidad de sus torrijas.
¿Qué impacto tiene en la economía local?
La venta de torrijas durante la Semana Santa tiene un impacto más que considerable en la economía local. Tirando a lo bajo, se estima que las pastelerías madrileñas venden alrededor de cuatro millones de torrijas en estas fechas, lo que genera empleo y sobre todo da aire al sector de la confitería y la pastelería. Además, y como punto importante, es una tradición que se pasa de generación en generación, como pasa con los puestos de castañas o los churros. La preparación y degustación de este dulce se ha trasmitido a lo largo de los años, fortaleciendo la identidad madrileña y creando espacios de encuentro y tradición en cada rincón de la ciudad.
La Semana Santa en Madrid no solo se caracteriza por sus procesiones y actos religiosos, sino también por la oportunidad de disfrutar de la Ruta de las Torrijas. Puedes conocer más noticias de interés para los madrileños en nuestra sección de actualidad.