Prepárate, porque este verano Madrid sube el volumen con We love disco, un musical que mete en la misma pista tus himnos favoritos de los 70, 80 y 90. El truco extra para que no duela el bolsillo es un 30 % de descuento solo para lectores de EL PAÍS. Una oportunidad perfecta para reconciliarte con aquellas hombreras imposibles o, al menos, con la nostalgia de la bola de espejos. Ya avisamos: quien entra, sale entonado. De ahí que muchos se pregunten cómo lograr entradas antes de que vuelen.
¿Por qué We love disco te hace viajar directo a los 70, 80 y 90?
Llegas al recinto y, desde la acomodación hasta la despedida, todo huele a fiesta. De hecho, la propia entrada se convierte en parte del espectáculo: luces juguetonas, saludos cómplices del personal y alguna que otra sorpresa que no desvelaremos para no arruinar el efecto.
En el escenario mandan cinco cantantes que también se atreven con guitarra, bajo o lo que se tercie. No están solos: seis bailarines-acróbatas se encargan de que ni siquiera los más tímidos puedan mantener los pies quietos. Por si fuera poco, un DJ pone la guinda para que la cadena de hits no se corte nunca. El envoltorio tecnológico lo firma un diseño de pantallas LED y efectos robóticos que iluminan cada nota al ritmo de la bola de espejos imaginaria.
Los conciertos y festivales «remember» están de moda, llenando todos los recintos que pisan durante el año. No hay fiesta de pueblo, o barrio, que se precie que no tenga un concierto nostálgico. Hay que decir que la añoranza por tiempos pasados es el día a día en muchas artes. Solo hay que ver el cine con 200.000 remakes, reboots o recuelas, y la música no iba a ser menos.
Cómo conseguir el 30 % de descuento si lees EL PAÍS
Aprovechar la rebaja es tan sencillo como marcar en rojo el calendario y seguir estos pasos: Selecciona ciudad y fecha dentro de la cartelera de verano, elige tus butacas y accede al proceso de compra. Una vez confirmada la reserva, el sistema aplicará automáticamente la promoción vinculada a los lectores de EL PAÍS. No hay letras pequeñas: el precio final refleja ese 30 % menos que siempre sienta tan bien como un solo de guitarra inesperado.
¿Y después? Solo queda presentarse con ganas de corear cada estribillo y dejar que Yllana Producciones haga lo suyo: transformar un concierto en una experiencia que, por lo visto, lleva sonrisas de serie. Accede a nuestra sección de actualidad para no perderte ningún estreno en Madrid.