La salud de nuestras mascotas es un tema que debería preocuparnos siempre. Más aún, si de repente se comparta de forma extraña o detectamos determinados síntomas. Dado a su carácter solitario e independiente, las dolencias en los gatos son más difíciles de detectar, y en ocasiones, cuando muestran síntomas evidentes de enfermedad, ya es demasiado tarde. Sin embargo, hay signos más evidentes que nos alertan de que algo no anda bien. La pérdida de apetito suele ser uno de ellos, la falta de ganas de jugar es otro, pero si una cosa puede hacer saltar todas las alarmas, es la que analizaremos a continuación. Acompáñanos en este artículo donde analizaremos cuál es el motivo de preocupación más grave por el que debemos salir corriendo al veterinario sin perder ni un segundo.
Enfermedades más comunes en los gatos
Si ya eres el humano de un gato o tienes pensado adoptar uno, debes tener en cuenta ciertos aspectos importantes para que tu mascota tenga una vida larga y plena. Entre los más importantes se encuentran la alimentación y la salud (como en cualquier otro ser vivo). Al igual que las personas, los gatos pueden padecer muchas enfermedades, algunas más graves que otras. En los felinos, estas enfermedades suelen ser causadas por virus, más en el caso de que nuestro amigo de cuatro patas tenga acceso regular a la calle, donde se interactúa con otros gatos. Sin embargo, con buenos cuidados, observaciones y visitas frecuentes al veterinario, la mayoría de estas enfermedades tienen solución.
Las enfermedades más comunes en los gatos suelen ser la leucemia, las alergias, la obesidad, la gingivitis, la panleucopenia felina, la rinotraqueítis, el calicivirus felino, la neumonitis, la inmunodeficiencia, la peritonitis y la rabia. Al ser patologías frecuentes en este tipo de animales, existen vacunas y otros tratamientos que les ponen remedio. Sin embargo, hay una que requiere mayor atención al presentar consecuencias mucho más graves para nuestras mascotas. Atajar este problema con rapidez depende 100% de nosotros, los humanos. Lo único que tenemos que hacer es observar sus heces.
Cuáles son los síntomas más preocupantes que debemos observar
No es plato de buen gusto para nadie tener que analizar las heces de nuestras mascotas, sin embargo, esta práctica puede servirnos para detectar un problema grave con relativa rapidez y poder atajar el problema a tiempo. La sangre en las heces de un gato puede aparecer por diversos motivos. Algunos no suponen un problema importante, en cambio, otros, puede costarle la vida a nuestros felinos. Por lo general, cualquier tipo de inflamación o daño en el intestino de un gato puede provocarle hemorragias que se exteriorizan a través de las heces. Estas pueden ser provocadas por parásitos, diarreas, colitis, enteropatías crónicas, reacciones adversas a los alimentos, cánceres o pólipos, venenos, infecciones e incluso estrés. Pero si de verdad tienes que preocuparte por algo es por lo siguiente:
- Si tu gato deja de comer o bebe más de lo habitual: suelen ser los primeros síntomas de muchos problemas, incluyendo los trastornos digestivos graves.
- Si tiene diarrea acuosa grave y vomita: la perdida de líquidos puede provocarle una deshidratación rápida y pérdida de minerales importantes.
- Si le cuesta trabajo defecar: puede ser un signo de un cuerpo extraño en el intestino o de una obstrucción de la vejiga. Corre al veterinario.
- Malestar digestivo por más de 2 días: aunque parezca animado y como con normalidad, es mejor que lo lleves rápidamente al veterinario.
Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda y que estos consejos no tengas que ponerlos nunca en práctica. Eso significará que tu gato está sano y no tiene ningún problema. Si quieres leer más contenido como este, te invitamos a que entres en nuestro portal digital, donde publicamos las mejores noticias de actualidad general.