Si alguna vez has tenido que convencer a tu médico de cabecera de que ese dolor no es “cosa de la edad”, entenderás el vía crucis de Esperanza (nombre ficticio, pero problema muy real), que pagó 3.600 euros para librarse de unas hemorroides justo cuando la sanidad pública le cerraba la puerta por la pandemia. A veces el termómetro de la paciencia sube más rápido que la fiebre, y las listas de espera son ese primo pesado que nunca se marcha.
En plena COVID‑19, con quirófanos a medio gas, Esperanza descubrió que la “urgencia” era todo menos urgente. O pagaba o seguía sufriendo. Y pagó. Lo curioso es que, gracias a un juez, esa factura privada ahora la tendrá que asumir el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Quizá la próxima vez que te pidan “un poquito de paciencia” en ventanilla recuerdes esta historia: la ley, cuando se aplica, también devuelve recibos.
¿Por qué una operación de hemorroides puede convertirse en una carrera de obstáculos?
Parece una broma de mal gusto: te diagnostican un prolapso hemorroidal grado IV y, en vez de prepararte para quirófano, te mandan a la cola virtual. Esperanza, malagueña de 70 años, recibió la indicación de intervención el 2 de febrero de 2021. Ocho meses después, seguía esperando su hueco porque “la situación epidemiológica actual” lo retrasaba todo. Con dolor creciente y ningún hueco en la agenda del SAS, la paciente se operó en un hospital privado el 23 de febrero de 2021. Resultado: 3.600 euros menos en su cuenta corriente y la sensación de haber pagado “jamón pata negra” por un servicio que ya financia con sus impuestos.
El problema no es aislado. Entre 2011 y hoy, solo 16 andaluces han pedido a la Junta que les devuelva lo gastado al saltar la lista pública. Sí, dieciséis en una década larga. La Administración ha reintegrado apenas 10.201,62 euros, el 5,37 % de los 189.940,82 euros reclamados. Los demás expedientes se quedaron en el limbo burocrático o siguen batallando en tribunales.
¿Qué dice la Justicia sobre la “urgencia vital” y el silencio administrativo?
El Juzgado de lo Social n.º 5 de Málaga ha dado un tirón de orejas al SAS: debe abonar los 3.600 euros de la operación. El juez aplica la doctrina del Tribunal Supremo sobre “urgencia vital”, que no se limita a salvar vidas in extremis. También cubre demoras que puedan causar daños irreparables o sufrimientos excesivos. Traducción: si el retraso te fastidia la calidad de vida, la Administración debe reaccionar.
Además, el magistrado resucita el “silencio administrativo positivo”. Ese tecnicismo, simplificado, significa que si pides el reembolso en un caso urgente y la Administración no contesta a tiempo, se entiende que te da la razón. Así de claro. La Consejería de Salud ya ha recurrido, pero la sentencia coloca un foco sobre un derecho que muchos pacientes desconocen.
¿Cómo reclamar que te devuelvan el dinero si tu operación se retrasa?
Antes de que el susto en la cartera sea definitivo, hay vías para que el SAS o tu servicio de salud autonómico pague la factura.
- Pide cita y una indicación quirúrgica por escrito. Sin papel, no hay prueba.
- Espera el plazo legal (normalmente 180 días) o demuestra que tu estado empeora. Guarda informes y recetas.
- Presenta una solicitud de reembolso al servicio de salud adjuntando factura, historial y un informe médico que justifique la urgencia.
- Anota la fecha de entrada del registro. Si pasan los meses sin respuesta, el “silencio administrativo positivo” juega a tu favor.
- Acude a un abogado especializado si la Administración se niega. La vía judicial, como muestra Esperanza, puede darte la razón… y el dinero de vuelta.
Aunque parezca engorroso, estos pasos son la autopista legal para que la sanidad pública asuma el coste cuando no cumple sus propios plazos.
¿Qué pasa con las listas de espera en Andalucía y el famoso “plan de choque”?
La Junta presume de planificar 283,3 millones de euros para recortar colas quirúrgicas en 2023: 163,3 millones para ampliar horarios en hospitales públicos y 119,9 millones para derivar pacientes a la privada. El objetivo era rebajar un 60 % la lista quirúrgica general. Sin embargo, el descenso se quedó en un modesto 5,3 %.
Donde sí hubo resultados fue en el grupo más crítico, los que ya habían rebasado el límite legal de espera. Aquí la reducción llegó al 21,3 %, superando la meta del 18 %. Aun así, los números siguen siendo de infarto: en diciembre de 2024 había 194.159 personas aguardando cita y 51.799 pacientes pasados de plazo. Con esas cifras, sorprende que en todo 2023 solo se presentaran cuatro solicitudes de reembolso… y que las cuatro fueran rechazadas.
Recomendación final: Si tu operación se eterniza y duele más el bolsillo que la herida, recuerda que la ley está de tu lado. Guarda informes, registra tu solicitud y no dudes en reclamar. Porque, al menos en teoría, el sistema público también debe asumir las facturas que genera cuando no llega a tiempo.