En algunos casos, los trabajos menos frecuentes pueden implicar grandes riesgos y, por ello, una remuneración notable. Un ejemplo concreto es el de un técnico especializado en el mantenimiento de torres de telecomunicaciones, quien gana alrededor de 40.000 euros anuales por cambiar una bombilla dos veces al año. La peculiaridad de este trabajo radica en que la bombilla se encuentra a 450 metros de altura, en lo alto de una torre de radio o televisión.
Esta tarea, aunque sencilla en su objetivo, exige tener habilidades técnicas, resistencia física y preparación en seguridad extrema. Aunque el cambio de la bombilla puede realizarse en unas pocas horas, los riesgos implicados y la formación necesaria justifican el salario. La seguridad, las condiciones meteorológicas y la precisión en cada paso del ascenso son factores clave en este tipo de actividad. No se trata simplemente de subir y cambiar una lámpara, sino de hacerlo en un entorno altamente controlado y potencialmente peligroso.
¿Qué formación se necesita para este trabajo de altura?
El trabajo de mantenimiento en torres de gran altura, como las de radiodifusión, está reservado a técnicos altamente entrenados. Estas torres requieren el cambio periódico de luces de advertencia aérea, instaladas para alertar a aviones de su presencia. La Administración Federal de Aviación (FAA) en Estados Unidos, por ejemplo, exige que estas luces estén siempre operativas en estructuras que superen los 200 pies (unos 61 metros) de altura. En Europa y otros países, las regulaciones son similares.
Para realizar esta labor, los trabajadores deben completar cursos de seguridad, uso de arneses, rescate en altura y primeros auxilios. El ascenso puede tardar entre una y dos horas, dependiendo del clima y el estado físico del técnico. Aunque el trabajo de cambiar la bombilla en sí es rápido, los riesgos de caída, descargas eléctricas o problemas de salud por el esfuerzo justifican tanto la formación como el sueldo. Además, en algunos casos, el ascenso se hace sin asistencia de grúas ni elevadores, por lo que se requiere un nivel físico y mental elevado.
¿Qué tipo de empleo es?
El salario, que ronda los 40.000 euros anuales por dos cambios de bombilla, puede parecer elevado, pero se ajusta a la escasa oferta de profesionales disponibles y al alto riesgo involucrado. Estos técnicos suelen trabajar como contratistas independientes o para empresas especializadas en mantenimiento de infraestructura de telecomunicaciones. A menudo no se dedican solo a cambiar bombillas, sino que también realizan inspecciones y reparaciones adicionales durante sus ascensos.
Los dispositivos de iluminación que se instalan en lo alto de estas torres tienen una vida útil limitada. Dependiendo del tipo (halógena, LED, xenón), pueden requerir mantenimiento una o dos veces al año. La tarea se programa en función del desgaste, del tipo de clima al que están expuestas y de las normativas vigentes. Puedes conocer otros trabajos curiosos en nuestra sección de empleo.