Un trabajador fue despedido por su empresa y este decidió demandarla alegando que se trataba de un despido nulo. El empleado llevaba en la empresa un total de dos años y medio, pues fue contratado a finales de 2019 y despedido en marzo de 2022. Desarrollaba su labor como soldador y cobraba un salario de 1.737 euros mensuales. Cuando al trabajador se le comunicó el despido, este decidió reclamar y la justicia le dio la razón, desestimando el despido y obligando a la empresa a readmitirlo.
Una empresa es obligada a readmitir a su trabajador y este les reclama dinero
Tras la resolución del juzgado que consideraba nulo el despido del trabajador, la empresa fue obligada a la readmisión de este, por lo que apenas dos semanas después de que se dictase sentencia se procedió a su reincorporación. Cuando el empleado causó su reingreso, se tuvo que realizar un reconocimiento médico en el que le informaron que debía disfrutar de 11 días de vacaciones que habían quedado pendientes cuando se efectuó el despido. El trabajador no estaba de acuerdo con esto y alegó que esas vacaciones deberían de ser abonadas como deuda salarial en lugar de ser disfrutadas y que el costo de estos días era de 637 euros.
La empresa se negó y el empleado decidió interponer una nueva demanda para reclamar esta cantidad de dinero. En un primer momento, el Juzgado de lo Social número 5 de A Coruña falló a favor de la empresa argumentando que se trataba de una cantidad baja de dinero la que se reclamaba. Sin embargo, el trabajador decidió presentar un recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del TSXG, aunque los magistrados de este no lo admitieron por considerar que el dinero reclamado no alcanzaba los 3.000 euros exigidos para un recurso de suplicación. Además, también argumentaban que la cuestión de los días de vacaciones no reunía los requisitos legales mínimos ni necesarios para que este caso fuese procesado y juzgado en un tribunal superior.
Las sentencias de la justicia en los casos de despidos
El despido es uno de los momentos más desagradables a los que se enfrenta un trabajador. Por ello, a través de las leyes y los tribunales se intenta proteger este ámbito de la vida laboral del trabajador, impidiendo que las empresas puedan ejercer el despido con total libertad. Uno de los textos que mejor recoge y protege estos derechos es el Estatuto de los Trabajadores, regulado principalmente en los artículos 52, 53, 54, 55 y 56.
Cuando estos artículos no se cumplen, los juzgados y tribunales son los que imparten justicia y se encargan de que tanto empresas como trabajadores se ajusten a los preceptos legales, evitando así los abusos que pueda haber tanto de un lado como de otro. En este caso concreto del soldador, el juzgado apreció en un primer momento que el despido era nulo, sin embargo, no dió la razón al trabajador cuando intentó cobrar los 637 euros por los días de vacaciones no disfrutados.
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