Una profesora con inmunodeficiencia ha obtenido el derecho al teletrabajo tras una larga batalla administrativa que ha concluido con una resolución favorable. La docente, que imparte clases en un instituto público, alegó que su situación médica le impide acudir presencialmente al centro educativo sin poner en grave riesgo su salud. Tras varios informes médicos y recursos legales, la administración educativa ha reconocido su condición como de especial vulnerabilidad. La decisión se basa en la protección de su integridad física y en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. La profesora continuará desarrollando su actividad docente de forma remota, con el apoyo de medios digitales y una reorganización de sus funciones.
¿Qué dicen las autoridades educativas de este caso de teletrabajo?
El reconocimiento del teletrabajo a esta docente llega tras varios meses de solicitudes, informes médicos especializados y dictámenes jurídicos. La afectada sufre una inmunodeficiencia primaria diagnosticada que la expone a un riesgo elevado de infecciones, incluso en contextos cotidianos. Su condición fue acreditada por especialistas y avalada por el servicio de prevención de riesgos laborales de su comunidad autónoma.
Pese a la contundencia de los informes médicos, las autoridades educativas inicialmente rechazaron su petición, argumentando la necesidad de presencialidad en la enseñanza secundaria. Sin embargo, la profesora, con el apoyo de su sindicato, presentó un recurso administrativo y solicitó medidas cautelares para evitar su incorporación presencial mientras se resolvía su caso. Finalmente, la administración reconsideró su posición ante el peso de la evidencia médica y jurídica.
El dictamen final destaca que el derecho a la salud y a la vida prima sobre otras obligaciones laborales, siempre que existan alternativas viables como el teletrabajo. En este caso, la docente adaptará su actividad a funciones compatibles con la docencia no presencial, como tutorías virtuales, elaboración de materiales didácticos y apoyo a alumnado con necesidades específicas.
¿Qué consecuencias tendrá en el futuro?
Este caso sienta un precedente en el ámbito educativo y laboral, especialmente para personas con enfermedades crónicas o inmunodepresoras. Se ha abierto el debate sobre la necesidad de protocolos claros que garanticen el derecho al teletrabajo para trabajadores en situación de vulnerabilidad. La pandemia de COVID-19 ya dejó en evidencia la utilidad del trabajo a distancia en múltiples sectores, y este caso reafirma su viabilidad en determinados contextos educativos.
Su experiencia servirá como guía para otros profesionales que, enfrentándose a condiciones de salud delicadas, buscan continuar su labor sin poner en riesgo su bienestar. Puedes conocer toda la actualidad laboral en nuestra sección de empleo. Publicamos los 365 días del año, centrándonos en la Comunidad de Madrid.