Hacer un cambio de titularidad, ya sea a un familiar, un amigo o cualquier otra persona, es un proceso legal que implica una serie de trámites y requisitos. Esta acción, conocida como transmisión de la propiedad, puede realizarse por diversas razones, como una herencia, una donación o una compraventa (entre otras). Tenemos que tener siempre en mente a papá Hacienda, ya que si forma parte de una donación o una herencia, habrá que pasar por caja (no lo juzgamos). En este artículo, te explicaremos los aspectos más importantes que debes tener en cuenta al realizar este trámite.
Requisitos para cambiar la titularidad de una propiedad
Cambiar la titularidad de una propiedad significa transferir los derechos de propiedad de un individuo a otro. Este proceso implica modificar la inscripción en el Registro de la Propiedad, lo que tiene implicaciones legales y fiscales. Es importante destacar que la transmisión de la propiedad puede realizarse de diferentes formas, cada una con sus propias características y requisitos. Los específicos para cambiarla, pueden variar ligeramente en función de la comunidad autónoma y de las circunstancias concretas de cada caso. Sin embargo, en general, se requieren los siguientes documentos:
- Escritura pública: este documento, otorgado ante notario, formaliza la transmisión de la propiedad y debe incluir la identificación de las partes implicadas, la descripción detallada de la propiedad y las condiciones de la transmisión.
- Tanto el transmitente como el adquirente deberán presentar su DNI o NIE en vigor.
- En algunos casos, será necesario presentar un certificado de eficiencia energética del inmueble.
- Certificado de deuda pendiente: este documento acredita que no existen deudas pendientes sobre la propiedad, como hipotecas o impuestos.
- Deberás presentar el justificante del pago de los impuestos correspondientes a la transmisión de la propiedad, como el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales o el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Al cambiar la titularidad de una propiedad, se generan una serie de impuestos que deberán ser abonados por el adquirente. Los más comunes son el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, Impuesto de Sucesiones y Donaciones y la plusvalía municipal. Esta última se aplica cuando se ha producido una revalorización del inmueble desde su adquisición por parte del transmitente.
¿Hay que pagar por hacer el cambio?
Siempre hay que pasar por caja al hacer un cambio de titularidad. El coste exacto no lo podemos dar, ya que dependerá del valor catastral del inmueble en cuestión. El límite mínimo estipulado es de 24,04 euros y el máximo, 2.181,67 €. Pero no se queda aquí la cosa, también hay abrir el monedero para pagar los gastos de notariales y los relacionados con el pago de los impuestos. Queda claro que barato no sale hacer estos cambios, pero no queda otra.
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