El mercado inmobiliario, ya tensionado por el precio del alquiler y la dificultad de compra, afronta un cambio clave: adaptar las viviendas a las exigencias energéticas europeas. El certificado energético será imprescindible y, desde 2030, notarios y registradores no formalizarán ventas ni alquileres si no se alcanza el mínimo exigido. Hay ayudas públicas para aliviar el coste, pero conviene adelantarse.
Quiénes deben reformar su vivienda y qué exige la normativa europea de eficiencia
La medida impacta sobre todo en inmuebles antiguos. Las viviendas con etiqueta F o G deberán alcanzar, al menos, la E en 2030 y la D en 2033. Las construidas antes de los años 80, cuando apenas había normativa de aislamiento, serán las más afectadas. Además, la edad media del parque ronda los 43 años; no es poca cosa. ¿Qué tipo de obras se exigen para subir de categoría? No son simples retoques estéticos: hay que actuar en la envolvente y en los sistemas.
- Aislamiento térmico en fachadas y cubiertas.
- Sustitución de ventanas de un solo vidrio por doble acristalamiento.
- Renovación de climatización, cambiando calderas por equipos eficientes o bombas de calor.
- Incorporación de protecciones solares como toldos o persianas térmicas.
- Mejora de la ventilación y cambio de electrodomésticos por modelos de bajo consumo.
La inversión dependerá del estado del inmueble, pero hablamos de miles de euros. ¿Tu casa supera los 40 años y no has hecho reformas relevantes? Probablemente, esté en F o G. El control se hará mediante el certificado energético: desde 2030, sin la eficiencia mínima no se podrá vender ni alquilar. No habrá multa; la sanción es más dura: imposibilidad de operar legalmente, porque notarios y registradores no autorizarán la operación. Según el IDAE, solo un 20% de hogares supera hoy la clase E; ocho de cada diez necesitan mejoras. El objetivo es renovar 1,2 millones de viviendas antes de 2030, frente a unas 100.000 ya rehabilitadas.
Cómo solicitar ayudas públicas y planificar obras de aislamiento y climatización
El Gobierno ha activado programas de apoyo con fondos europeos (a través del Plan de Recuperación y líneas autonómicas) para financiar aislamiento, ventanas o sistemas eficientes. ¿Por dónde empezar? Solicita un certificado energético actualizado para conocer tu punto de partida; pide presupuestos y compara; infórmate de las subvenciones disponibles en tu comunidad; y planifica con tiempo para llegar a 2030.
Los expertos advierten que esperar a 2029 puede provocar una avalancha que dispare la demanda de técnicos y empresas, encareciendo precios y alargando plazos. Ojo con eso. Además, reformar a tiempo trae ventajas claras: menos gasto en luz y gas, más confort y un valor de mercado superior. Que no te pille el toro. Aprende a llevar a cabo multitud de gestiones inmobiliarias accediendo a nuestra sección de trámites.