¿Quién no ha adornado la puerta de su nevera con imanes? Recuerdos de viajes, fotos familiares, notas… Son elementos que personalizan nuestro hogar. Sin embargo, detrás de esta práctica tan común se esconde una realidad que podría sorprenderte: los imanes pueden tener un impacto negativo en tu frigorífico. Aunque parezca inofensivo, acumular muchos imanes en la puerta puede generar un campo magnético lo suficientemente fuerte como para interferir en el funcionamiento del electrodoméstico. Pero no solo es este motivo, hay varios más que pueden afectar de diversas formas. En el artículo intentaremos poner luz sobre este asunto.
¿Por qué los imanes afectan a la nevera?
Los imanes generan un campo magnético que puede afectar a los componentes electrónicos de la nevera. Algunos de los problemas que pueden surgir son:
- Si tu nevera cuenta con una pantalla táctil, un campo magnético intenso puede distorsionar la imagen o incluso inhabilitarla por completo.
- Los sensores de temperatura y humedad son fundamentales para el correcto funcionamiento de la nevera. Un campo magnético puede interferir en su funcionamiento, provocando que la temperatura interior no se mantenga estable.
- A largo plazo, la exposición constante a un campo magnético puede acelerar el desgaste de los componentes electrónicos de la nevera, reduciendo su vida útil.
Para ser honestos, el campo magnético de los imanes es muy pequeño, no pudiendo traspasar ni la puerta de la nevera. Pero al acumular muchos, crece exponencialmente, así que para que jugársela. Vamos a indagar en el resto de razones por las que es mejor no poner imanes en la nevera:
- La primera de ellas es que, en el caso de tener un frigorífico inteligente de última generación, podrían afectar al funcionamiento de la pantalla táctil. Los materiales con los que se construyen (acero inoxidable, hierro, aluminio, níquel y demás) pueden influir.
- Si hablamos de estética, estos pueden dañar la superficie del electrodoméstico.
- Quizás la razón más peregrina sea la siguiente. El peso acumulado en la puerta de la nevera puede afectar la capacidad de cierre adecuado de la puerta y, en algunos casos, puede incluso hacer que la puerta se desajuste o se abra accidentalmente. Como hemos dicho, hay que tirar de imaginación para que eso suceda.
- Y por último, una perogrullada. Si los imanes cubren las rejillas de ventilación del frigorífico, pueden obstaculizar el flujo de aire. Esto puede afectar al rendimiento y eficiencia de enfriamiento de la nevera, lo que podría resultar en un consumo de energía más alto o problemas de temperatura interna.
Datos curiosos sobre estas piedras
Esto daría para otro artículo (lo dejo apuntado), pero vamos a dejar unas breves pinceladas. Cuentan las crónicas que el filósofo Tales de Mileto descubrió el efecto de las piedras magnéticas hacia el año 600 a. C. Explicó que la atracción de las piedras magnéticas naturales se debía al hecho de que tenían que poseer alma, ¿qué hubiésemos pensado nosotros si los descubrimos? Siempre se creyó que estos tenían poderes curativos y que podrían extraer enfermedades. El primer médico conocido que utilizó imanes fue Hipócrates de Cos, que vivió entre el 460 y el 370 a. C. No vamos a explayarnos más, ya que publicaremos en el futuro algo más extenso.
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