Ryanair, la aerolínea líder en Europa, ha iniciado una acción legal en los tribunales españoles contra un pasajero que causó interrupciones en el vuelo FR2001 de Lanzarote a Santiago de Compostela el pasado 17 de enero. El comportamiento del individuo provocó un retraso de 40 minutos en la salida y afectó a 137 pasajeros. Este es el segundo caso este año en el que Ryanair toma medidas legales contra pasajeros molestos, reflejando su política de tolerancia cero hacia conductas inapropiadas a bordo.
¿Qué paso con este pasajero que provocó que el vuelo de Ryanair se retrasase?
Durante el embarque del vuelo FR2001, un pasajero intentó ocupar un asiento en la primera fila sin tener la asignación correspondiente. Cuando la tripulación lo confrontó, el individuo afirmó ser diplomático de las Naciones Unidas con inmunidad, una declaración que no se pudo verificar. Ante su negativa a seguir las instrucciones y su comportamiento verbalmente agresivo, la Guardia Civil lo desalojó del avión, lo que resultó en un retraso de 40 minutos en la salida del vuelo.
Ryanair ha presentado una acción penal contra este pasajero, quien podría enfrentarse a una condena de 3 a 12 meses de prisión o a una multa económica de 6 a 18 meses. La aerolínea espera que este caso sirva como ejemplo para prevenir comportamientos perjudiciales en los vuelos, garantizando un entorno cómodo y respetuoso para pasajeros y tripulación.
Este incidente se suma a otros similares que han ocurrido en la industria aérea. Por ejemplo, en abril de 2024, un vuelo de Dublín a Lanzarote tuvo que desviarse a Oporto debido al comportamiento peligroso de un pasajero, lo que generó gastos adicionales y molestias para los pasajeros y la tripulación. Ryanair continúa implementando medidas estrictas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos a bordo, para intentar que la experiencia de vuelo sea lo más agradable posible (no vamos a entrar en la comodidad de sus asientos y otros aspectos turbios).
¿Qué ha dicho esta compañía oficialmente?
En palabras de uno de sus portavoces: “Es inaceptable que los pasajeros, muchos de los cuales viajan de vacaciones con sus familias, sufran retrasos innecesarios debido al comportamiento de un pasajero indisciplinado. Lamentablemente, esto ocurrió en el vuelo de Lanzarote a Santiago en enero, cuando un pasajero conflictivo provocó un retraso en la salida debido a su mala conducta.
Hemos iniciado una acción legal contra este pasajero, que podría enfrentarse a una condena de tres a 12 meses de prisión o una multa equivalente a entre seis y 18 meses de sueldo. Estas son algunas de las posibles consecuencias de la política de tolerancia cero de Ryanair hacia los pasajeros que alteran el orden en los vuelos”.
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