En Australia han puesto a trabajar a Charlotte, un robot de impresión 3D que construye casas a la «velocidad de la luz». Se trata de una vivienda de 198 metros cuadrados en solo 24 horas. El truco está en usar tres materiales muy terrenales: arena, ladrillo triturado y vidrio reciclado. El resultado son estructuras ignífugas (resistentes al fuego) y difíciles de inundar. Ahora bien, es un prototipo a pequeña escala, así que para verlo a tamaño real habrá que esperar.
¿Cómo es el robot Charlotte?
Charlotte es un robot de impresión 3D utilizado en Australia capaz de levantar una vivienda de 198 metros cuadrados en 24 horas. Para hacernos una idea, su rendimiento equivaldría al trabajo simultáneo de 100 obreros, que no es poca cosa. Todos estos avances llegan con letra pequeña: se trata de prototipos a pequeña escala y podría tardar varias décadas en construir a tamaño real. Aun así, el planteamiento apunta a eliminar muchos de los pasos más caros de la construcción, algo que, si se confirma, traerá consigo grandes avances, pero también problemas evidentes, cómo suprimir la mano de obra humana.
Según detallan en el medio norteamericano, Charlotte no se limita a apilar ladrillos ni a atar varillas de refuerzo, sino que “utiliza un sistema de extrusión gigante que deposita material ecológico en capas”. Extrusión, dicho sencillo, es un modo de ir colocando el material capa a capa hasta formar paredes y estructuras. Los materiales son tres, y nada exóticos: arena, ladrillo triturado y vidrio reciclado. Con esa mezcla se logran estructuras ignífugas (resisten el fuego) y difíciles de inundar (responden mejor ante el agua), según Fox News.
¿Puede aliviar la crisis de vivienda en España y cuándo sería realista?
El problema de la vivienda sigue quitando el sueño a la población española, y tecnologías así despiertan esperanza. De hecho, el proyecto podría destinarse a abordar la crisis de vivienda en la Tierra si madura como esperan sus responsables. Pero, por ahora, prudencia: el robot está en fase de desarrollo y, a tamaño real, podría tardar varias décadas. Ojalá el alquiler se imprimiera tan rápido como una pared, pero tocará esperar a su versión definitiva antes de pensar en llaves y mudanza.
Los responsables miran más allá de nuestro barrio: también contemplan que Charlotte imprima refugios en la Luna. La idea es llevar su misma lógica de capas y materiales a entornos fuera de la Tierra. Aun así, para conocer su verdadero alcance habrá que esperar unos cuantos años más. Es una línea ambiciosa que todavía está por demostrar en condiciones reales. Esta y otras noticias de gran calado las puedes encontrar en nuestra sección de actualidad.
 
			 
 
    	









