La reconciliación matrimonial permite a los cónyuges en trámites de separación dar marcha atrás y retomar la convivencia sin esperar a la sentencia de divorcio. Para muchas parejas, alrededor del 22 % según las estadísticas, supone una segunda oportunidad que evita costosos juicios y un impacto emocional extra en los hijos.
Pasos imprescindibles para comunicar la reconciliación y frenar el procedimiento judicial
El Código Civil (art. 84) obliga a cada cónyuge a informar por separado al juzgado o al notario que lleva su caso. ¿Por qué es tan importante? Porque, sin esa comunicación formal, el proceso sigue su curso y podría dictarse el divorcio igualmente.
Momento del proceso | Escrito necesario | Efecto principal |
---|---|---|
Demanda presentada | Solicitud individual al juez | Suspende el procedimiento |
Sentencia de separación dictada | Notificación al mismo juzgado y Registro Civil | Revoca medidas entre cónyuges |
Separación notarial | Escritura pública de reconciliación | Inscripción para eficacia frente a terceros |
Como ves, cada fase exige un trámite distinto. Ojo con saltárselo, porque la reconciliación “tácita”, es decir, volver a casa sin avisar al juez, no tiene validez externa y puede complicar futuras reclamaciones, como una indemnización por accidente.
Documentos que debes presentar para formalizar la vuelta a la convivencia con garantías
¿Te preguntas qué papeles llevar? Apunta esta lista básica antes de acudir al juzgado o notaría:
- DNI o NIE de ambos cónyuges.
- Copia de la demanda o de la sentencia de separación.
- Certificado literal de matrimonio.
- Si hay hijos, último auto de medidas provisionales.
Estos documentos facilitan que el letrado de la Administración de Justicia verifique la identidad de la pareja y archive el procedimiento sin demoras.
La reconciliación extingue la pensión compensatoria y devuelve el uso de la vivienda familiar al régimen habitual de la pareja. Sin embargo, el juez puede mantener —o incluso modificar— las medidas acordadas para los menores si ve riesgo de nueva inestabilidad. Por eso, acudir a mediación familiar antes de comunicar la reconciliación ayuda a demostrar que la decisión es firme y en beneficio de los hijos.
Cuándo la reconciliación no es posible y qué opciones quedan a la pareja
Existen límites claros: no cabe reconciliación tras una sentencia de divorcio firme ni mientras esté vigente una orden de protección por violencia de género. En esos supuestos, la pareja solo podría convivir como pareja de hecho o volver a casarse. Además, si después de reconciliarse surgen de nuevo conflictos graves, siempre se puede reabrir el proceso de separación o iniciar directamente el divorcio. Formalizar la reconciliación por escrito, preparar la documentación adecuada y valorar la mediación familiar son las claves para que esta segunda oportunidad prospere sin sobresaltos.