Los campus de Motherwell, Coatbridge y Cumbernauld (Escocia) han instalado máquinas expendedoras inversas que pagan 20 peniques (unos 0,23 euros) por cada lata o botella entregada. El importe se canjeó en los comedores universitarios a lo largo de septiembre, con el objetivo de reforzar los hábitos de reciclaje entre el alumnado. Una idea que puede acabar calando en otros países, incluido el nuestro.
Cómo funcionan las máquinas expendedoras inversas que pagan 23 céntimos por lata
¿De verdad te pagan por reciclar? Sí: estas RVM reconocen el envase y asignan automáticamente 20 peniques por unidad. Como explicó la organización promotora, la idea es familiarizar al estudiantado con un sistema de depósito y devolución en un entorno real. “Darles a los estudiantes la oportunidad de vivir con un Plan de Depósito y Devolución, algo que pronto será parte de la vida cotidiana, nos permitirá ver de primera mano cómo interactúan las personas con los RVM (Reverse Vending Machine, máquina expendedora inversa para reciclaje) en la realidad”, señaló Jo Padwick, gerente senior de sostenibilidad de Coca Cola Europacific Partners GB, según el medio citado.
La iniciativa se dirige al alumnado y comunidad universitaria de los tres campus mencionados. ¿Quién se beneficia de forma inmediata? Cualquier persona que recicle latas y botellas en las máquinas instaladas en Motherwell, Coatbridge y Cumbernauld, recibiendo 20 peniques por unidad y pudiendo canjear el importe en los comedores del campus. Durante el mes de septiembre, el canje se realizó en los comedores universitarios.
Según Daily Record, la campaña se apoyó en una experiencia previa en la Universidad de Strathclyde (Glasgow), que identificó la necesidad de un incentivo económico para mejorar el reciclaje entre estudiantes. De ahí que se eligiera un modelo de recompensa directa y canje inmediato.
El papel de Keep Scotland Beautiful y Coca‑Cola Europacific Partners en la campaña
La prueba fue lanzada por Keep Scotland Beautiful y Coca‑Cola Europacific Partners, con foco en medir la respuesta real del estudiantado ante un incentivo financiero. ¿Puede extenderse a más centros? Esa es la gran pregunta que deja una experiencia que buscó, ante todo, resultados prácticos y medibles. “Hemos aprendido de campañas anteriores qué fomenta comportamientos positivos de reciclaje entre los estudiantes y esperamos que este incentivo de 20 peniques motive a más personas a reciclar botellas y latas de plástico”, zanjó Barry Fisher, director ejecutivo de Keep Scotland Beautiful.
En pocas palabras, un sistema simple (máquina, recompensa y canje en el campus) que acerca el reciclaje a la vida diaria universitaria. Por otro lado, contribuye a normalizar un posible Plan de Depósito y Devolución, reforzando el mensaje con un beneficio tangible para quien se implica. Si quieres conocer más noticias medioambientales, entra en nuestra sección de actualidad.