El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha declarado procedente el despido disciplinario de un empleado de Ryanair que acudió a su puesto (encargado de señalizar despegues y aterrizajes en tierra) tras consumir cannabis, vulnerando las normas de seguridad aeroportuaria.
El caso: positivo en cannabis durante control aleatorio que activó el protocolo interno de Ryanair
El 14 de febrero de 2023, el trabajador fue seleccionado para un test toxicológico aleatorio mientras prestaba servicio en el aeropuerto. Aunque no mostraba signos externos de embriaguez, el análisis confirmó la presencia de cannabinoides. Entre sus tareas figuraban dirigir con señales la maniobra de los aviones y cargar o descargar equipajes, labores que exigen plena capacidad psicomotriz y coordinación con controladores y personal de mantenimiento.
Ante el resultado, la aerolínea irlandesa invocó las causas de indisciplina, desobediencia y transgresión de la buena fe contractual, cesándolo de inmediato. De forma paralela, AENA advirtió sobre la posible infracción por “conducir o permanecer bajo efectos de estupefacientes” dentro del recinto aeroportuario.
Durante el expediente, la empresa acreditó que la normativa interna y la legislación aeroportuaria prohíben taxativamente trabajar con sustancias psicotrópicas en sangre. El afectado alegó desconocer tales reglas y argumentó la ausencia de síntomas visibles. Sin embargo, los instructores concluyeron que esa defensa no exoneraba la responsabilidad de garantizar un entorno seguro para pasajeros, aeronaves y compañeros.
El fallo judicial del Tribunal Superior de Justicia de Canarias subraya la “máxima peligrosidad”
En sentencia de 18 de junio de 2025, la presidenta Gloria Poyatos y los magistrados María Jesús García y Javier Ercilla desestimaron el recurso de suplicación del trabajador. La Sala destacó que no se trataba de “una negligencia menor”, sino de la decisión consciente de presentarse a un puesto crítico con cannabis en el organismo. Recordó que, en ámbitos de riesgo elevado, basta la mera potencialidad de daño para justificar la extinción del contrato, sin necesidad de que se materialice un perjuicio económico o material.
La resolución consolida la doctrina de tolerancia cero frente al consumo de drogas en operaciones aeroportuarias, enviando un mensaje claro a compañías y empleados sobre la obligatoriedad de los controles aleatorios. Para Ryanair, el fallo respalda sus políticas disciplinarias y refuerza la cooperación con AENA en materia de prevención de riesgos laborales.
El trabajador aún puede interponer recurso de casación ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, último escalón jurisdiccional en la materia. Con todo, la contundencia del TSJC podría marcar un precedente que limite las probabilidades de éxito de futuras impugnaciones similares, consolidando un estándar de seguridad más estricto en la industria aérea española. Esta y otras sentencias laborales de interés, podrás conocerlas en nuestra sección de empleo.