La Seguridad Social ha confirmado que, desde 2026, solo quienes acrediten al menos 38 años y tres meses de cotización podrán jubilarse a los 65. Quien no alcance ese umbral deberá esperar hasta los 66 años y diez meses. La medida, derivada de la reforma de 2011 y actualizada por el Real Decreto-ley 2/2023, busca sostener el sistema en un contexto de envejecimiento y gasto creciente.
Qué cambia en 2026 para la jubilación ordinaria y su relación con la cotización
El esquema pasa a ser claramente dual: edad y cotización van de la mano. Con 38 años y tres meses en 2026, la jubilación ordinaria queda en 65 años; por debajo, sube a 66 y diez meses. ¿Quién sale más expuesto? Quienes acumulan lagunas de empleo o contratos temporales. Además del calendario, cambia el cálculo de la pensión con un sistema dual pensado para elegir la mejor opción. ¿Cómo se traduce en tu nómina futura?:
- Sistema tradicional: dividir entre 350 la suma de las últimas 300 bases de cotización (25 años).
- Nuevo sistema: dividir entre 352,33 la suma de las 302 bases más altas de los últimos 304 meses (25 años y 4 meses), descartando los dos peores meses.
Este enfoque se aplicará de forma automática para favorecer al pensionista y es especialmente útil en carreras irregulares, porque permite excluir periodos con bases bajas. La transición será gradual entre 2026 y 2044, hasta llegar a 29 años computados (348 meses) con la exclusión de los 24 peores meses.
Jubilación anticipada en 2026, requisitos de cotización y penalizaciones aplicadas
Quien cumpla el requisito de 38 años y tres meses en 2026 podrá anticipar hasta dos años su retiro. Así, los que se jubilan ordinariamente a los 65 podrán hacerlo a los 63, con reducciones que van del 21% (24 meses de anticipo) al 3,26% (un mes). Para quienes deban esperar a los 66 años y diez meses, la anticipada será posible desde los 64 y diez meses. En paralelo, se refuerzan protecciones para colectivos vulnerables. Las empleadas del hogar podrán acceder al subsidio para mayores de 52 años, incluso sin cumplir el periodo mínimo de cotización, una decisión que busca paliar su histórica precariedad.
La Seguridad Social y el Ministerio competente han habilitado herramientas digitales para consultar datos y facilitar trámites. En consecuencia, revisar el historial de cotizaciones y simular escenarios se vuelve clave antes de solicitar la prestación. ¿Por dónde empezar? Primero, verifica tu tiempo cotizado; después, contrasta qué fórmula del modelo dual te resulta más favorable y planifica el momento del retiro conforme a tu edad ordinaria.
De hecho, los organismos públicos insisten en la planificación previa y en mantenerse alerta frente a prácticas empresariales que dificulten completar cotizaciones. Por otro lado, sindicatos y economistas mantienen el debate abierto: el Gobierno defiende la reforma para la sostenibilidad, mientras algunas voces apuntan que podrían requerirse nuevos ajustes en el futuro. Entra en nuestra sección de prestaciones para conocer otras noticias relacionadas con la jubilación.