Cuando el sol empieza a picar de verdad, muchos cruzamos los dedos para que el viejo split aguante otro verano. Pero claro, la vida está muy cara y nadie quiere dejarse un riñón cambiando el aire acondicionado. Poca broma con la factura de la luz, que últimamente sube a golpe de ofertas que duran un suspiro. Para colmo, los aparatos veteranos gastan como si no hubiese un mañana. Dicho esto, el Plan Renove 2025 promete un respiro fresco (y de paso un ahorro de hasta 300 euros) a quienes no dan su brazo a torcer y buscan eficiencia sin pasar calor.
¿Qué es el nuevo Plan Renove de aire acondicionado?
Este programa, impulsado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), subvenciona la sustitución de equipos con más de cinco años por modelos de alta eficiencia (mínimo etiqueta A+ en frío y A en calor). En cristiano: menos consumo, más fresquito y una factura que no infarta.
El borrador oficial aún no ha visto la luz, pero todo apunta a que la convocatoria se abrirá entre el 15 de junio y el 31 de julio de 2025. Madrid y Aragón fueron las primeras en subirse al carro en 2024 y, salvo sorpresa, repetirán jugada.
¿Quién puede pedir la ayuda de hasta 300 euros?
Para empezar, cualquiera que viva en una comunidad autónoma que active la medida y tenga un aparato veterano esperando jubilación. Eso sí, hay que presentar factura de compra e instalación, estar al día con Hacienda y la Seguridad Social y contratar un instalador autorizado.
Las viviendas habituales tienen prioridad, aunque pequeñas empresas y autónomos con local propio también podrían entrar en la foto si la comunidad lo contempla. Para gustos colores, pero el IDAE quiere poner cara a todos los beneficiarios y comprobar que el viejo equipo acaba en un punto limpio.
Cuantías por comunidad autónoma: ¿cuánto dinero hay en juego?
A continuación se resumen las ayudas previstas tomando como referencia la convocatoria de 2024.
Comunidad | Ayuda (€) | Porcentaje máximo del coste |
---|---|---|
Madrid | 50 – 300 | 60 % del presupuesto |
Aragón | 150 – 250 | 25 % (equipos ≤ 12 kW) |
Las cifras podrían variar unos euros cuando se publique el decreto de 2025, pero la horquilla difícilmente se moverá demasiado. Ojo con esto: en Madrid la tramitación se integra en el Plan Cambia 360, mientras que Aragón gestiona el proceso desde su portal autonómico de eficiencia.
Requisitos imprescindibles: ojo con esto
Antes de lanzarte a la tienda, conviene repasar las condiciones clave que suelen exigir las autonomías.
- Antiguo aparato con más de cinco años y certificado de reciclaje.
- Nuevo equipo con etiqueta mínima A+ (frío) y A (calor).
- Instalador y empresa adheridos al plan oficial.
- Facturas y justificantes bancarios en regla.
- Sin subvenciones duplicadas por el mismo concepto.
Cumplir cada punto es vital para no quedarse fuera de juego. Además, la administración suele requerir que la solicitud se registre online con DNI electrónico o Cl@ve, aunque siempre queda la ventanilla presencial para los más clásicos.
¿Cómo se presenta la solicitud sin dejarse un riñón?
El procedimiento será 100 % telemático en la mayoría de regiones: formulario web, documentación en PDF y firma digital. Una vez validado todo, la ayuda se ingresa en la cuenta indicada en un plazo medio de tres meses. Poca broma con los plazos: los expedientes incompletos se archivan sin contemplaciones.
Quienes prefieran el método tradicional pueden acudir a las oficinas de registro autonómicas con una copia del DNI, las facturas y el justificante de reciclaje del aparato viejo. No es ni más ni menos que cumplir con la burocracia de toda la vida, pero con aire fresquito de premio.
Consejos extra para dar en el clavo y no derrochar
Si quieres amortizar el nuevo aire acondicionado, regula el termostato en 26 °C, limpia los filtros cada dos semanas y aprovecha las horas valle de tu tarifa eléctrica. Así mantendrás la casa fresca sin disparar el contador.
Y recuerda: la vida está muy cara, sí, pero invertir en eficiencia hoy puede ahorrarte cientos de euros mañana. Con el Plan Renove 2025 tienes la oportunidad de apuntarte al ahorro (y, de paso, sobrevivir al calor) sin dejarte un riñón.