Un nuevo estudio ha revelado que nuestros ancestros, (los Homo sapiens) que vivieron hace aproximadamente 41.000 años, ya tenían conocimientos avanzados sobre el cuidado del cuerpo, usaban protector solar y confeccionaban prendas personalizadas. Investigaciones recientes, basadas en restos arqueológicos hallados en el sur de Europa y África, sugieren que estos grupos humanos utilizaban pigmentos naturales como protección solar y confeccionaban ropa adaptada a las condiciones climáticas y al cuerpo humano. Estas prácticas muestran un nivel de sofisticación cultural mayor al que se había asumido previamente para este período del Paleolítico Superior.
¿Qué tipo de protector solar usaban nuestros ancestros?
Los hallazgos indican que el uso de materiales como ocre rojo, conocido por sus propiedades de bloqueo solar, era común en distintas regiones. Asimismo, el análisis de herramientas de hueso y marcas en restos óseos apunta a la elaboración de vestimenta a medida, posiblemente con fines funcionales y simbólicos. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre la vida cotidiana y las capacidades tecnológicas de los primeros Homo sapiens.
El ocre, un mineral rico en óxido de hierro, habría sido utilizado no solo con fines simbólicos o artísticos, sino también como un recurso práctico para proteger de la piel de la radiación ultravioleta. Estudios experimentales actuales han demostrado que este tipo de pigmentos pueden reducir significativamente la exposición solar, lo que respalda la hipótesis de su uso como protección cutánea.
En algunos yacimientos, el ocre aparece mezclado con grasas animales o resinas, sugiriendo que se preparaban ungüentos que podían aplicarse directamente sobre la piel. Este comportamiento implica un conocimiento empírico sobre los efectos del sol y la necesidad de protegerse, especialmente en regiones con alta exposición solar. Este tipo de prácticas también se ha observado en pueblos indígenas contemporáneos, lo que permite trazar una continuidad cultural en el uso del ocre.
Confección de ropa adaptada al cuerpo
Además del uso de pigmentos, se han encontrado pruebas de que el Homo sapiens ya fabricaba ropa adaptada al cuerpo humano. En varios yacimientos del Paleolítico Superior, especialmente en Europa oriental y central, se han recuperado punzones y herramientas de hueso que muestran signos de haber sido utilizados para coser. La presencia de estas herramientas, junto con restos de pieles curtidas, deja en el aire la posibilidad de que existiera una industria textil rudimentaria pero eficaz.
Los estudios microscópicos de huesos y herramientas han revelado patrones de desgaste que coinciden con el trabajo sobre materiales blandos, como cuero o tejidos naturales. También se han hallado marcas de corte y costura en restos óseos humanos. Este tipo de indumentaria habría proporcionado mayor protección térmica y facilitado la movilidad en distintos entornos climáticos.
Estos descubrimientos cambian la percepción sobre las capacidades culturales de los primeros Homo sapiens. Lejos de ser simples cazadores-recolectores, estos grupos humanos demostraban una comprensión del entorno y de sus propias necesidades físicas, aplicando soluciones tecnológicas que anticipan prácticas modernas de salud y vestimenta. Para conocer más noticias científicas sorprendentes, no dudes en acceder a nuestra sección de actualidad.