La temporada de verano ha sido siempre la época en la que los jóvenes nos hemos movido por otras localidades en busca de trabajos estivales. Casi siempre se ha puesto el punto de mira en las zonas de costa, que es donde el turismo pega un repunte importante, con lo que eso conlleva. Esta opción tenía muchos pros, ibas adquiriendo “callo” en el mundo laboral, se ganaba un buen dinero para tirar el resto del año mientras se estudiaba, por no hablar que se aprendía algo de inglés, tratando obligatoriamente con el turista extranjero. Pero, no es oro todo lo que reluce, las condiciones en el trabajo han ido empeorando con el paso de los años, y hay zonas en las que trabajar es hasta mala idea (cuesta decir esto).
Trabajos de verano poco aconsejables
Lo que vamos a describir en este artículo no es el reflejo de todo el mundo laboral en las zonas costeras, pero sí es algo que podemos ver habitualmente. El ejemplo que vamos a usar corresponde a la isla de Ibiza, un sueño para muchos jóvenes el poder trabajar allí, ya se sabe, fiestas, playa y desenfreno. Pero claro, si el dinero que sale es mayor al que entra, poco se puede hacer ahí. Encontrar alojamiento por un precio, digamos normal, es absolutamente imposible. Un trabajador solo no puede permitirse el pago de un piso, ya que el precio de este puede quintuplicar el sueldo de un mes, y aunque parezca una exageración, me quedo corto.
Hay cadenas hoteleras que ofrecen alojamiento cuando publican ofertas de empleo para trabajos de verano. Esta opción está creciendo bastante, ya que las empresas se están dando cuenta que es la única salida para poder captar nuevos trabajadores. Aun así, la hostelería, por ejemplo, tampoco puede permitirse dar vivienda a tantos trabajadores (quitando los hoteles, como hemos mencionado). Hemos hecho una búsqueda en un conocido portal de alquiler de vivienda, y para todo el mes de septiembre (que ya han bajado los precios) lo que hemos encontrado es un precio de 2.041 euros, y no es una vivienda, ¡es una autocaravana! ¿Y el sueldo? Antiguamente, se ganaba mucho más, ahora con suerte puedes llegar a los 1.800 €.
Condiciones laborales en algunos empleos estivales
Ahora vamos a dejar de lado el tema económico, que ya ha quedado claro que no es viable. Hablemos de las jornadas laborales (sin generalizar). Este mismo verano se difundió en una noticia una conversación de WhatsApp, entre el dueño de un local que buscaba camarera y una candidata que quería buscar trabajos de verano. En ella, explicaba las condiciones laborales, que eran de “solamente” 11 horas al día, desde las 5 de la tarde hasta las 4 de la madrugada. A esto se le añadía que no tenían días de descanso, lo que hace un total de 77 horas trabajadas a la semana, casi el doble de lo establecido legalmente. El argumento por parte de la persona contratante era abrumador, tenías todo el día libre para poder ir a la playa, obviando que el ser humano tiene que dormir.
Queremos incidir en que esto no es una crítica a la hostelería, ya que al igual que hay desalmados que se saltan a la torera lo que dice la ley, también hay trabajos dignos. Con este artículo queremos poner sobre la mesa una realidad existente, y que se tome buena nota a la hora de empezar a trabajar en ciertos lugares, haciendo números de antemano.
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