Si alguna vez has sentido el corazón encogerse al abrir el buzón y encontrar una multa de tráfico, hoy te traigo una buena (y, a la vez, indignante) noticia. Resulta que, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), el Ayuntamiento está devolviendo el importe de muchas sanciones… con intereses. Sí, has leído bien: te ingresan la pasta que antes te quitaron. ¿El motivo? Un cúmulo de pifias administrativas que haría sonrojar a cualquiera. Para colmo, esas meteduras de pata no son puntuales, sino un hábito costoso. Y, mientras tanto, las arcas municipales se resienten como tu bolsillo a final de mes.
¿Por qué casi todas las devoluciones apuntan a la Policía Local?
El Interventor municipal lo dejó clarito en su informe sobre el ejercicio 2024: más del 90 % de las devoluciones de ingresos por multas se deben a errores de la Policía Local. No se trata de simples despistes pasajeros, sino de un patrón repetido que convierte cada sanción mal tramitada en un dolor de cabeza financiero colectivo.
La raíz del problema está en dos fallos muy concretos: notificaciones que nunca llegan o llegan tarde y expedientes sancionadores mal identificados. Imagina pagar en plazo la multa, acogerte al famoso descuento del 50 % y, meses después, descubrir que todo era un expediente fantasma. Pues eso mismo (con la diferencia de que aquí el Ayuntamiento tiene que añadir recargos e intereses para compensar la “broma”) lleva ocurriendo durante todo 2024.
Errores que disparan recargos e intereses: el círculo vicioso
El procedimiento de vía de apremio (básicamente, el cobro forzoso cuando no pagas voluntariamente) multiplica el daño cuando la sanción es nula de origen. Primero se ingresa la multa, luego el recargo ordinario (o reducido) y, para rematar, las costas procesales. Y, como guinda, se aplica el interés legal del dinero: 3,75 % anual en 2024. No es calderilla precisamente.
El Interventor advierte de que cada vez que esto ocurre, el Ayuntamiento pierde recursos que podrían destinarse a asuntos mucho más urgentes: desde el asfaltado de tu calle hasta el arreglo del polideportivo. En otras palabras, el desmadre administrativo acaba pagándose entre todos, aunque tú jamás hayas aparcado en doble fila.
El impacto en las cuentas públicas: cifras que duelen
Aunque el informe no da la cifra exacta de euros devueltos, sí subraya que el montante incluye la sanción, el recargo y los intereses. Para hacerse una idea: si una multa de 200 euros acabó en apremio (recargo del 20 %) y se abona seis meses después, hablamos de 240 euros más intereses. Multiplica ese desaguisado por decenas (o cientos) de expedientes y entenderás por qué Tesorería ha tirado de las orejas al cuerpo policial.
La Intervención insiste en que esta fuga de dinero público exige “una actuación urgente”. Traducido al castellano llano: o se arregla el sistema de sanciones o el agujero negro seguirá engordando y tendremos menos presupuesto para cosas realmente útiles.
Guía rápida: cómo reclamar si sospechas que tu multa es errónea
Antes de que el susto se convierta en cargo a tu tarjeta, comprueba que tu sanción está impecablemente notificada. Si detectas fallos, estos pasos pueden ahorrarte un disgusto y de paso ayudar a que el Ayuntamiento se ponga las pilas:
- Revisa la notificación: comprueba la matrícula, fecha y hora. Cualquier dato inexacto invalida el expediente.
- Solicita copia del expediente: pide por escrito (registro electrónico o presencial) todo el expediente sancionador. Es tu derecho y es gratis.
- Alega dentro de plazo: dispones de 20 días naturales desde la notificación. Expón los errores y adjunta pruebas (fotos, tiques de estacionamiento, etc.).
- Exige suspensión del cobro: mientras se resuelve la alegación, la Administración debe paralizar la vía de apremio.
- Guarda los justificantes: conserva copias y sellos, por si tienes que acudir al Juzgado de lo Contencioso‑Administrativo.
Si sigues estos pasos y la autoridad reconoce su fallo, te devolverán el importe con recargos e intereses, exactamente igual que al resto de afectados. Por consiguiente, no solo recuperas tu dinero; contribuyes a que el sistema mejore y el Ayuntamiento deje de desperdiciar recursos.
