¿Te imaginas superar la barrera de los 50 años y que, de pronto, ni una sola empresa te llame? Eso le pasó a Alessandro Vendetti (y desgraciadmaente a miles de personas más), romano de 55 años, después de cerrar su negocio y pasar dos años “picando puertas” sin éxito. Ni contactos, ni títulos, ni experiencia: en el mercado italiano lo tacharon de “demasiado mayor” antes incluso de escucharle. Fastidiado, pero no rendido, este consultor decidió cambiar el espresso por el stroopwafel y probar suerte en Leiden (Países Bajos). Hoy cobra el triple y trabaja para la Agencia Espacial Europea mientras, entre risas, admite que aún espía las ventanas sin cortinas de sus vecinos holandeses.
¿Cuánto gana ahora y por qué es el triple?
Alessandro cerró su empresa en Roma el 14 de abril de 2021 y, durante 24 meses, solo encadenó rechazos. En Italia, con más de 50 años, te cuelgan el cartel de «producto caducado», relata con cierta sorna. La ocasión de oro llegó gracias a una intermediaria que le ofreció exactamente el mismo puesto de consultor, pero en Países Bajos y con un salario infinitamente más jugoso. Ese salto (Roma a Leiden) no le costó mucho: “Prefería mudarme a seguir esperando una entrevista que nunca llegaba”.
Su ficha de consultor para la Agencia Espacial Europea en Frascati rondaba los 2.300 € brutos al mes. En Leiden, la misma función asciende a 6.900 € brutos mensuales y, además, cada enero se revisa su nómina conforme al Índice de Precios al Consumo neerlandés (un 7 % extra en 2024).
Concepto | Italia (Roma) | Países Bajos (Leiden) |
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Sueldo bruto mensual | 2.300 € | 6.900 € |
Revisión anual por inflación | 0 € | +7 % |
Horas de trabajo semanales | 40 | 36 |
El resultado es claro: aunque la vida sea un 15 % más cara en los Países Bajos, su poder adquisitivo sigue por delante. “Ahora puedo ahorrar y, de paso, pagarme alguna escapada a Roma para quitarme el antojo de carbonara”, comenta medio en broma.
¿Cómo es la vida en Leiden para un mediterráneo?
Leiden, con apenas 126.000 habitantes, presume de canales dignos de postal y de bicicletas que te adelantan por la derecha sin avisar. Alessandro confiesa que la adaptación cultural fue un pequeño choque: nadie lleva cortinas, la puntualidad es religión y el saludo efusivo se sustituye por un seco “hoi”. Por otro lado, la convivencia se rige por reglas no escritas de respeto y silencio que él valora: “Aquí los vecinos hacen menos ruido que un gato de peluche”.
Eso sí, en el apartado gastronómico sufre: “Echo de menos la pasta al dente; el queso Gouda está bien, pero no hace milagros”.
Pasos para buscar trabajo en Holanda después de los 50
Antes de lanzarte a empaquetar tu vida, conviene saber qué papeles mover y cómo evitar que la burocracia te saque canas nuevas.
- Homologa tus títulos en la Nuffic (la oficina holandesa de equivalencias) para que tu carrera “cuente” oficialmente.
- Crea un perfil en LinkedIn en inglés (sí, con foto profesional evitando el selfi de playa) y activa alertas en inglés y neerlandés.
- Regístrate en la Kamer van Koophandel si vas como autónomo: el trámite se hace en 20 minutos y cuesta 80 €.
- Solicita el BSN (número de ciudadano) apenas llegues; sin él no podrás abrir cuenta bancaria ni firmar contrato de trabajo.
- Consulta los convenios colectivos (CAO) del sector para conocer tu salario mínimo y los ajustes por inflación.
Estos cinco pasos no garantizan un empleo de astronauta, pero sí evitan caídas libres en el siempre cambiante universo laboral neerlandés. Respecto a si volvería a su país natal, Vendetti lo resume sin rodeos: “Extraño la hospitalidad y el café a un euro, pero el respeto por la experiencia aquí no lo cambio”. Mientras las ofertas sigan llegando a su bandeja de entrada (una al mes, según sus propias cuentas), su billete de vuelta seguirá sin fecha. De ahí que su consejo final sea claro: “Si el mercado local te cierra la puerta, busca una ventana… aunque no tenga cortinas”.