Aprender de memoria los 118 elementos de la tabla periódica… ¿O enamorarse de la química a través de sus grandes aventuras? Esa es la disyuntiva que Aythami Soto lanzó, sin anestesia, durante su visita al pódcast de Jordi Wild. El experto confesó haber “odiado a muerte” la famosa tabla y defendió que el problema no reside en ella, sino en la ausencia de contexto que la acompaña en clase.
Por qué memorizar la tabla periódica ya no motiva a los estudiantes de tercero de la ESO
Soto relató que, para muchos adolescentes, la tabla periódica se ha convertido en un “icono del terror”. Repetir símbolos y números atómicos sin explicar su porqué provoca, según él, desconexión y frustración. De ahí que se pregunte: “¿De qué le sirve a un alumno aprenderla de memoria en 2025?”
El divulgador propone narrar la gesta de Dimitri Mendeléyev como si fuera un thriller científico. Encerrado durante días y jugando al solitario con cartas donde escribía los elementos, el ruso predijo huecos en la tabla y acertó la densidad de sustancias todavía desconocidas. “Ese tío tenía unos huevazos”, recordó Soto, subrayando la valentía de anunciar al mundo que no se equivocaba cuando nadie veía el patrón.
La anécdota va más allá: Mendeléyev fijó la graduación ideal del vodka en torno al 40 % de alcohol. ¿Quién dijo que la química es aburrida? Además, Soto explicó que el símbolo K para el potasio procede de “al‑kali” (ceniza, en árabe) y que su nombre en inglés, “potash”, alude a la ceniza de caldero. Un detalle “imposible de olvidar” cuando se conoce la historia. A continuación mostramos la propuesta de Aythami para su aprendizaje:
Enfoque actual (problema) | Propuesta de Aythami Soto | Beneficio potencial para el alumnado |
---|---|---|
Repetir símbolos y pesos atómicos sin contexto | Explicar la cronología del descubrimiento de cada elemento | Favorece la comprensión y la curiosidad |
Exámenes basados en la memoria | Relacionar la tabla con ejemplos cotidianos | Mejora la retención a largo plazo |
Falta de conexión emocional | Incorporar anécdotas de científicos | Aumenta la motivación y el interés |
Como se aprecia, la clave está en convertir datos fríos en historias que inspiren.
Cuatro ideas para que el profesorado transforme la tabla en un relato interesante
Antes de la lista, un aviso: integrar la narrativa no exige desechar la tabla, sino darle alma.
- Introduce la tabla como un mapa inacabado y pide al alumnado que imagine los “territorios” por descubrir, tal y como hizo Mendeléyev.
- Relata las rivalidades científicas que acompañaron el hallazgo de nuevos elementos; el conflicto engancha.
- Asocia cada grupo de elementos a ejemplos de la vida diaria (pilas, fuegos artificiales, telefonía móvil).
- Culmina con un reto práctico: pedir a la clase que pronostique cómo será la tabla dentro de 50 años.
Soto no aboga por desterrar la tabla del aula; al contrario. Su propuesta busca que el alumnado entienda las relaciones entre elementos, su relevancia cotidiana y la épica humana detrás de cada descubrimiento. “Lo que tienes que explicarle a un chaval son cosas más prácticas, no hacerle repetir sin sentido”, concluyó. Entra en nuestra sección de formación para conocer otras noticias de interés.