Uno de los temas que llevan décadas de estudio por parte de especialista e interesados, es los animales que sobrevivieron el accidente de Chernóbil en 1986 (central nuclear Vladímir Illich Lenin, en el norte de Ucrania). Sin duda se trata de una zona que llama la atención de todos los científicos del mundo por el escenario radioactivo que quedó tras el desastre nuclear. Por ello, se desplazan, hasta este punto, expertos de todo el mundo de varias especialidades para seguir investigando más el lugar y las consecuencias que tras dicha tragedia. Quienes llevan acaparando gran parte de los estudios en los últimos años están siendo las comunidades de perros vagabundos que viven en los alrededores de Chernóbil y cuya la población había crecido hasta alcanzar los 750 ejemplares.
Los perros de Chernóbil tienen alteraciones genéticas que los hacen únicos para la ciencia
Las colonias de perros que sobrevivieron al accidente de Chernóbil, y ahora los descendientes de estos, siguen haciéndolo en esta zona tan hostil gracias a su capacidad de adaptación. Estas comunidades caninas ofrecen a los científicos una visión única de los sistemas biológicos de adaptación en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra. El doctor Kleiman, uno de los principales investigadores y profesor de Ciencias Ambientales en la universidad de Columbia, ha afirmado que dos pequeñas poblaciones lograron sobrevivir en ese ambiente tóxico y cuyos descendientes muestran diferencias genéticas también entre ellos.
Durante los meses y años siguientes del accidente de Chernóbil, la zona más afectada se convirtió en una zona prohibida. Los daños ambientales fueron tremendos, las plantas y los pinos se volvieron de color marrón rojizo por la radiación, hasta morir, dando lugar a un escalofriante paisaje que fue llamado como “Bosque Rojo”. La fauna silvestre también sufrió grandes daños y muchos animales fallecieron. Aun así, hubo algunas especies que consiguieron adaptarse. Con el paso del tiempo, los humanos pudieron acceder a la zona.
Los perros de Chernóbil, que proceden de familias que sobrevivieron, son parte de la consecuencia de este desastre. Los esfuerzos por ayudar y estudiar a estos animales ha aumentado en los últimos años y algunos de ellos incluso han establecido vínculos con los humanos. Los científicos que los estudian desde hace años los monitorean a través de chips GPS y con medidores de radiación para seguir explorando la zona, su modo de vida y los efectos de la radiación en ellos. Muchos de ellos han mostrado hasta 391 regiones atípicas en sus genomas y muchos de estos marcadores apuntan a genes asociados con la reparación genética.
¿Qué sucedió en Chernóbil?
El desastre de este accidente histórico, ocurrió el 26 de abril de 1986 en la central nuclear de Chernóbil, ubicada en Ucrania. Un reactor nuclear explotó por accidente durante una prueba de seguridad nocturna. Una repentina subida de tensión provocó en uno de sus reactores una explosión masiva que hizo volar la tapa del reactor, liberando así toneladas de material radioactivo al ambiente. Se produjeron incendios y la radioactividad se extendió miles y miles de kilómetros, evacuando a 350 000 residentes de Pripyat (a 3 km) de la central nuclear y que tuvieron dejar sus casas, pertenencias e incluso a sus mascotas.
Hasta la invasión rusa sobre Ucrania, en la zona convivían los grupos de trabajadores y científicos con los turistas más arriesgados que visitaban la zona. Hoy en día se ha demostrado que la exposición por un corto período de tiempo no es dañina para el ser humano, cosa que permite las visitas turísticas, aunque siguiendo unas estrictas medidas de seguridad. Sin embargo, los expertos advierten que todavía queda mucho por descubrir y aprender de este lugar.
Los animales no dejan de sorprendernos con su rápida adaptación al entorno. SI te gusta la ciencia, accede a nuestra sección de actualidad para sorprenderte con las noticias más llamativas del momento.