El IVA, tras la reducción al 0% en productos de primera necesidad, como el aceite de oliva, leche, huevos, verdura, quesos y frutas, ahora está en un 2%. En otros casos, como las pastas y aceites de semilla, han pasado del 5% al 7,5% de IVA. Además, a partir del 1 de enero vuelve a subir al 4 y al 10% respectivamente. Todo esto causa revuelo entre los consumidores en España, y donde los analistas económicos-políticos, aseguran que existe un agujero en Hacienda, el cual quieren tapar con estas inflaciones. Esto, sumado a la inflación, hace que cada vez sea más difícil llegar a fin de mes en España. Relacionado con este último fenómeno, las empresas han hecho uso lo que se conoce como reduflación, para luchar contra el aumento de los costes de producción.
Los consumidores de España son muy críticos con este sistema engañoso de las empresas que ya han prohibido en otros países
El término reduflación, es un método que siguen muchas de las empresas para hacer frente a los altos costes de producción. De esta manera, lo que hacen es que sus productos, tenga menos contenido o tamaño, pero el precio lo mantienen. Ahora bien, esto no pasa de largo por los consumidores, y donde mejor se puede ver es en las bolsas de patatas fritas, uno de los productos más consumidos. Estos productos venden aire y no patatas, ya que más de la mitad viene vacía. Un 46% de la población mundial ha notado esto, siendo de un 54% en España, puesto que se trata de uno de los más países más críticos en este aspecto.
Los consumidores de España ven la reduflación como algo intolerable, siendo los snacks donde más se nota (52%). A estos le sigue el pan, pasta y arroz (39%), dulces y chocolates (37%) y la comida precocinada (36%). En este sentido, se debería actuar como Francia hace con las empresas que no sean transparentes: multando por contenidos engañosos a las marcas. De hecho, Carrefour, en sus tiendas, empezó a colocar etiquetas avisando de la reduflación, ya que el CEO se opuso a este fenómeno. Algunas de las marcas que señaló fueron Lay’s (del grupo PepsiCo), Magnum y Carte d’Or (Unilever) o Findus.
Otro de los países que ha llevado a cabo modificaciones en la Ley de envasado es Alemania, donde ahora se debe especificar de forma clara y precisa la información de productos, prohibiendo envases engañosos. Incluso en Estados Unidos, Joe Biden, alzo su voz haciendo un llamamiento a las grandes marcas a terminar con la reduflación.
Ya se ha instado al Gobierno a eliminar los envases engañosos
Desde el Grupo Parlamentario Socialista, se ha instado al Gobierno a actuar para tomar medidas ante la reduflación, y así lo presento en junio como una Proposición No de Ley (PNL). Compuesta por 3 partes, se busca que se informe a través de campañas, obligar a las empresas sobre cualquier cambio de tamaño o peso y reforzar el control. Además, la OCU ya ha denunciado en varias ocasiones este fenómeno, considerado como una subida de precios encubierta. Por tanto, sería fundamental saber los ajustes que se hagan en los productos, indicando en un etiquetado cuánta cantidad trae una bolsa de patatas para así “tener más información” y confiar más en las marcas. Esto es algo vital, sobre todo durante la inflación, donde el poder adquisitivo de muchas familias es flojo.
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