Cada rincón de Madrid parece tener una historia que contar, y la Puerta del Sol no es la excepción. Si eres uno de esos madrileños o turistas que, al pasar por allí, no puede evitar mirar hacia arriba al escuchar las campanadas del famoso reloj, prepárate: la Real Casa de Correos, el edificio más antiguo de la plaza, será sometido a una restauración que afectará a su fachada principal durante los próximos cuatro meses.
El motivo de la reforma no es trivial: coincide con el 40º aniversario de la Real Casa de Correos como sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero, tranquilos, el emblemático reloj seguirá dando la hora sin interrupciones. ¿Lo que sí cambiará? La fachada, que será restaurada para devolverle su esplendor original.
¿Qué se va a hacer exactamente?
La obra no es pequeña: un millón de euros y una lona gigante cubriendo la fachada principal. Los trabajos incluyen la restauración de los elementos ornamentales de la fachada, la reparación de la cubierta interior y la renovación completa del tejado exterior. Durante el proceso, la imagen del edificio será reproducida en una lona, similar a lo que ocurrió con la Puerta de Alcalá en 2022. Sin embargo, el reloj permanecerá intacto, funcionando con normalidad, como siempre lo ha hecho cada Nochevieja.
A pesar de que las obras se llevarán a cabo en pleno verano, el impacto para los peatones no será significativo. El perímetro de la fachada será vallado, pero no se prevé que las obras bloqueen el paso de los transeúntes de forma severa. La idea es realizar la reforma sin interrumpir demasiado la vida cotidiana en Sol, un lugar que, como todos sabemos, nunca deja de estar lleno de gente.
La historia de la Real Casa de Correos
Este edificio tiene más historia de la que parece a simple vista. Su construcción, que comenzó en 1768 bajo el arquitecto Jaime Marquet, estuvo marcada por varios intentos fallidos y cambios de planos. Ha sido, entre otras cosas, Casa de Correos, Capitanía General, Ministerio de la Gobernación, y desde 1985, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Su fachada, que es testigo de momentos clave como el levantamiento del 2 de mayo de 1808, sigue siendo un símbolo de la ciudad. El carillón del reloj, que marca las doce campanadas cada Nochevieja, es uno de sus detalles más destacados.
La restauración de la Real Casa de Correos no es solo una cuestión de mantenimiento, sino también un gesto simbólico. Además de mantener el patrimonio arquitectónico de la ciudad, el Gobierno regional aprovecha la ocasión para hacer un lavado de imagen. Al final, la obra se lleva a cabo en el corazón de Madrid, un lugar tan emblemático para los madrileños como para los miles de turistas que la visitan a diario.
La polémica continua en la Plaza Mayor
No solo la Real Casa de Correos está en el centro de atención. La instalación de toldos beige de PVC por parte del Ayuntamiento de Madrid, en un intento por ofrecer algo de sombra en la Puerta del Sol, ha reabierto el debate sobre la falta de árboles en la plaza. La medida consiste en colocar 32 estructuras desmontables para paliar el calor del verano, pero la ausencia de vegetación sigue siendo un tema de conversación.
Los motivos para no plantar árboles no son solo estéticos. La plaza se encuentra sobre una losa de hormigón de 20 cm de espesor y una compleja red de túneles y galerías técnicas que dificultan la plantación. Además, la Comisión Local de Patrimonio Histórico ya había rechazado en 2023 la idea de plantar árboles en las zonas libres disponibles.
La Puerta del Sol sigue siendo un centro de atención para los madrileños, tanto por sus reformas como por los debates urbanos. Y, por supuesto, el reloj continuará marcando el ritmo de la ciudad.