A veces abrimos la puerta, oímos el “clac” de siempre y ni nos molestamos en mirar más allá de la pegatina con las presiones de los neumáticos. Entre las prisas, la compra y los peques, ¿quién va a fijarse en un trocito de metal escondido en el marco? Sin embargo, ese pequeño pestillo guarda un truquillo muy al estilo Simply clever. Resulta que no solo evita que la puerta se abra en marcha, también puede convertirse en tu mejor aliado cuando toca cargar la bici o el baúl en el techo. Y todo sin hacer equilibrios dignos de un contorsionista. Vamos a verlo con lupa.
¿Qué pieza del coche es y por qué suele pasar desapercibida?
Probablemente la hayas mirado mil veces sin saber su nombre. Se trata del cerradero o gancho metálico situado en la parte trasera del vano; es el punto donde la cerradura de la puerta se ancla firmemente cada vez que la cierras. Su misión principal es obvia: confirmar que la puerta queda encajada y, de paso, silenciar ese pitido molesto del coche cuando detecta que algo no está bien cerrado.
Ahora bien, su ubicación discreta y su aspecto anodino hacen que pase totalmente desapercibido. Entre logos proyectados en el suelo y pantallas táctiles por todas partes, ¿quién repara en un simple gancho plateado? Pues deberías, porque ahí es donde empieza la magia práctica de este invento.
¿Cómo convierte ese gancho en un escalón improvisado?
Cuando llegan las vacaciones y toca asegurar la bici o el baúl en la baca, apoyarse en el marco de la puerta no siempre basta: acabamos de puntillas y con media suela colgando. Aquí es donde algunos accesorios de venta en Amazon sacan partido al cerradero.
- Engancha el soporte metálico en el pestillo de la puerta.
- Asegura la base de goma contra el marco para no arañar la pintura.
- Comprueba que quede bien firme, asegúrate de oír otro “clac”.
- Sube un pie, equilibra el peso y alcanza el techo sin contorsiones.
Con el soporte bien colocado, una persona adulta puede encaramarse con total tranquilidad y maniobrar correas, baúles o bicicletas sin resbalar ni dejar marcas en la carrocería. ¿Lo mejor? No necesitas herramientas raras ni hacer agujeros: basta con enganchar, apoyar y listo. En menos de un minuto estás a la altura adecuada para asegurar tu equipaje.
Recomendaciones antes de ponerte a subir
En primer lugar, revisa que el cerradero esté limpio y sin holguras; un gancho flojo es sinónimo de puerta mal cerrada y escalón poco fiable. Por otro lado, el accesorio debe llevar siempre una almohadilla de goma en la base inferior: así evitas rayones y desconchones en la pintura del marco.
Además, colócate en terreno llano y sin prisas. Un segundo de comprobación extra vale más que una caída tonta. Finalmente, recuerda retirar la plataforma antes de cerrar la puerta; de lo contrario, el “simplemente ingenioso” podría convertirse en “simplemente abollado”.
Con estos cuidados rápidos podrás aprovechar al máximo esa función oculta y convertir un elemento tan discreto en un aliado perfecto para tus aventuras sobre ruedas. Accede a nuestra sección de motor para conocer otros artículos de interés.