¿Te ha pasado que llegas a casa, miras el felpudo y, ¡zas!, aparece un paquete con tu nombre que jamás pediste? Tranquilo, no son los Reyes Magos adelantados ni tu vecino generoso: podría tratarse de brushing. Cada vez más usuarios de Amazon o Temu se topan con estos envíos fantasma y, aunque la curiosidad aprieta, abrirlos puede salirte caro. Al fin y al cabo, cuando algo es gratis, suele esconder letra pequeña. ¿Quieres saber qué se cuece detrás de tanta “amabilidad” repentina? Sigue leyendo y evita que tu buzón se convierta en la puerta trasera de un fraude.
¿Qué es el brushing y cómo funciona realmente?
El brushing es una triquiñuela de comercio electrónico con la que ciertos vendedores inflan sus cifras de ventas y, de paso, se cuelgan medallas en forma de reseñas positivas. Lo logran enviando artículos baratuchos (semillas, bisutería o cacharrería electrónica) a direcciones reales que han conseguido por vías más bien oscuras.
- Creación de cuentas falsas
- Obtención de nombres y direcciones
- Envío de productos de bajo coste
- Redacción de reseñas gloriosas… por parte del propio estafador
Aunque el paquete te llegue sin cargo alguno, esa presunta “muestra gratuita” sirve para que el vendedor parezca un superventas. Y, de paso, tu nombre queda ligado a una transacción que jamás iniciaste.
¿Qué riesgos corres si aceptas el paquete?
Antes de agarrar el cutter para abrir la caja, conviene saber qué hay en juego. La estafa no solo busca maquillar valoraciones; también puede dejarte con más de un quebradero de cabeza.
Riesgo principal | Qué implica para ti |
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Exposición de datos personales | Tu nombre y dirección ya circulan en bases de datos ajenas. |
Suspensión de tu cuenta en la plataforma | Si detectan reseñas falsas a tu nombre, podrían bloquearte. |
Posible malware en gadgets “regalo” | Probar el dispositivo puede infectar tu ordenador o móvil. |
Por tanto, ese sobre rechoncho que parece inocente podría costarte algo más que espacio en el carrito de reciclaje. En ocasiones, también se han dado casos de clientes que han visto como frente a ellos había un paquete con el logotipo de la manzana de Apple, y avariciosos por recibir un iPhone gratis, han aceptado el envío sin dudarlo, desconocedores de las consecuencias. Las incidencias han surgido con este modelo de iPhone en particular.
¿Qué hacer si tocan tu puerta con un envío sorpresa?
Lo primero es sencillo: si el repartidor aún está delante, dile amablemente que no lo pediste y que se lo lleve de vuelta. ¿Ya lo han dejado en el buzón o, peor, en casa del vecino que todo lo recoge? En ese caso, no lo abras; guarda el envoltorio tal cual y contacta con la plataforma. De hecho, cuanto menos curiosees, mejor: así evitas tanto la tentación de probar el cacharro como posibles cargos o bloqueos posteriores.
Además, revisar tus datos de dirección en las webs donde compras nunca está de más. Si algo huele raro, actualiza contraseñas y activa la verificación en dos pasos. Sí, es un trámite pesado, pero siempre sale más barato que una infección de malware o una suspensión de cuenta.
Cuando un paquete cae del cielo sin que lo hayas pedido, la mejor reacción es ponerse en modo detective y, sobre todo, no recompensar al estafador con tu confianza… ni con tus datos.