Este verano, ir a la playa no es solo toalla, crema y sombrilla: también toca mirar qué “vecinos” hay en el agua. Las altas temperaturas del mar y ciertos vientos han traído compañías poco habituales al Mediterráneo y al Cantábrico. El resultado: más medusas “huevo frito” y la aparición del llamativo, pero nada inofensivo, “dragón azul”. En algunos puntos se ha optado por cerrar zonas de baño o izar bandera roja por pura precaución. La buena noticia es que la medusa “huevo frito” se considera inofensiva; la mala, que el “dragón azul” puede dar un susto serio. Te contamos dónde, por qué y, sobre todo, qué hacer si te pica.
¿Qué está pasando en las playas del Mediterráneo y del Cantábrico este verano?
Las costas españolas están registrando un aumento de especies poco comunes impulsado por el calentamiento sostenido del mar y determinados patrones de viento. El panorama combina dos protagonistas: la medusa “huevo frito” (Cotylorhiza tuberculata) y el molusco “dragón azul” (Glaucus atlanticus). Por precaución, algunas playas han limitado el baño temporalmente. En paralelo, los servicios de socorrismo están reforzando la vigilancia y pidiendo avisos ciudadanos ante cualquier avistamiento.
Esta medusa es fácil de identificar: presenta una umbrela central amarilla (la “cúpula” superior con forma de sombrilla) rodeada de tentáculos morados. Puede alcanzar los 40 centímetros de diámetro, pero sus células urticantes (las que pican) tienen baja toxicidad. Por eso se considera inofensiva y, en la mayoría de casos, la picadura se queda en una leve irritación. Aun así, conviene no tocarla ni intentar retirarla del agua por cuenta propia.
Aunque es habitual en el Mediterráneo y el Mar Menor, este verano está apareciendo en grandes concentraciones a lo largo del litoral andaluz y en la Comunidad Valenciana. En Jávea (Alicante), el Instituto de Ecología Litoral vincula su proliferación a la combinación de altas temperaturas del mar y la escasez de viento de poniente (viento del oeste), que suele actuar como regulador natural.
¿Qué es el ‘dragón azul’ y por qué puede ser peligroso?
El “dragón azul” es un pequeño molusco de apenas 3 o 4 centímetros que flota boca abajo y luce colores azulados y plateados muy llamativos. Su estética engaña: puede acumular toxinas de otras especies marinas, como la carabela portuguesa. El contacto puede provocar dolor intenso, vómitos o reacciones alérgicas, por lo que las autoridades recomiendan no manipularlo en ningún caso.
Su presencia ha obligado a medidas inmediatas. Se han cerrado temporalmente al baño varias playas de La Línea de la Concepción (Cádiz), como Sotogrande y Santa Bárbara. En Guardamar del Segura (Alicante) se ha izado la bandera roja en varias zonas (Ortigues, Centro y Vivers), con vigilancia activa de los socorristas y llamamiento a alertar a las autoridades ante cualquier avistamiento.
¿Por qué ahora? Temperatura del mar y vientos de levante/poniente
Tanto la medusa “huevo frito” como el “dragón azul” se benefician del contexto actual. En el caso de la medusa, las altas temperaturas aceleran su ciclo vital y ciertas corrientes las concentran junto a la costa. Además, forma parte del equilibrio ecológico del Mediterráneo: se alimenta de plancton (pequeños organismos del mar) y mantiene relaciones simbióticas con microalgas (conviven y se benefician mutuamente).
El “dragón azul” es raro en el Mediterráneo y suele habitar en el Atlántico, el Pacífico y el Índico, pero los vientos de levante lo han arrastrado hasta nuestras costas. Hay constancia de su presencia en Baleares desde principios del siglo XVIII, aunque no se habían detectado ejemplares recientes hasta ahora. Por lo tanto, el cóctel de calor y viento está reconfigurando, al menos temporalmente, lo que nos encontramos en la orilla. Accede a nuestra sección de actualidad para conocer otras noticias de actualidad.