La tecnología avanza para contribuir a un futuro en el que apenas existan residuos ni contaminación. Esta tecnología ha llegado hasta el mundo de la cerveza y una de las compañías cerveceras españolas más importantes y conocidas, Mahou San Miguel, ha creado un grifo tirador de cerveza con los restos de esta bebida y algunos elementos más. El objetivo de la empresa es ir hacia un futuro más sostenible en el que la producción de esta bebida genere la menor cantidad de residuos posible.
El grifo tirador hecho de restos de cerveza que ha desarrollado Mahou
La compañía cerveza, junto con la colaboración de la empresa de fabricación en 3D Lowpoly, ha investigado sobre los posibles usos de los restos tras producir la cerveza y ha desarrollado un grifo de cerveza fabricado a partir del bagazo, un componente residual que se obtiene tras el prensado del cereal y la filtración de esta bebida. La combinación de este elemento se ha hecho con un polímero compostable llamado PLA que se obtiene a partir de la fécula de maíz, la remolacha o el trigo, para terminar de dar forma.
Los grifos de cerveza cuentan con una estructura metálica que se cubre con una carcasa que permite protegerla de factores externos. Esta cubierta es la que Mahou ha desarrollado a partir de los restos de la cerveza, del bagazo, un componente orgánico. El material que resulta del proceso es totalmente reciclable y la carcasa será 100% circular. Además, el diseño es estético y se mezcla bien en cualquier barra de bar.
Mahou quiere extender estos grifos a todas sus instalaciones
La versatilidad de estos grifos ha hecho que Mahou San Miguel se proponga ampliar el número de estos innovadores grifos y llevarlos hasta todas sus instalaciones, que son cerca de 150.000 puntos en todo nuestro país. Este avance muestra como Mahou apuesta por la innovación y la sostenibilidad, creando una una cadena de aprovechamiento que conecta directamente con su producción cervecera y una soluciones tangibles a las demandas medioambientales actuales.
Según la propia compañía cervecera, esta produce al año unas 192.000 toneladas de bagazo en sus diferentes centros de producción. De hecho, Mahou San Miguel ya cuenta con varias propuestas en esta línea para aprovechar el bagazo, transformándolo en otros elementos como cubiertos comestibles, harina para la industria alimentaria o etiquetas sostenibles. “Lo disruptivo de esta solución no es solo el resultado, sino el proceso: hemos creado una cadena de aprovechamiento que conecta directamente nuestra producción cervecera con soluciones tangibles, en este caso para nuestros clientes, buscando que cada elemento tenga un propósito más allá de su función inicial”, ha asegurado Benet Fité, director de Calidad, I+D y Medio Ambiente de Mahou San Miguel.
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