La polémica suscitada en torno a Frank Cuesta, reconocido naturalista y presentador, ha puesto en el foco mediático el concepto de “mitomanía”. El pasado 13 de mayo, Cuesta reconoció esta conducta al disculparse con un excolaborador que había filtrado audios donde se cuestionaba su trabajo en un santuario de animales en Tailandia. Con un tono que despertó dudas entre su audiencia, el presentador se retractó el mismo día, explicando que grabó esas disculpas públicas para frenar el supuesto acoso que sufría su familia. ¿Significa esto que todo se reduce a simples mentiras o hay algo más detrás de la mitomanía?
Principales síntomas de la mitomanía y su impacto en entornos laborales y sociales
La mitomanía se describe como la tendencia compulsiva a mentir de manera reiterada, sin un motivo aparente o lógico. Muchos se preguntan si es una enfermedad mental, pero los expertos señalan que se trata más bien de un patrón de comportamiento desadaptativo. En el ámbito laboral, por ejemplo, puede afectar gravemente la confianza entre compañeros, provocar conflictos y deteriorar el clima de trabajo. Del mismo modo, en el entorno social, quienes la padecen suelen recibir críticas o señalamientos al quedar sus historias en evidencia. Antes de alarmarse, conviene distinguir la mitomanía de la mentira puntual que todos podemos cometer en momentos de presión o vergüenza. ¿Te interesa saber cómo identificarla? Aquí resumimos algunos criterios básicos:
Aspecto | Mentira Ocasional | Mitomanía |
---|---|---|
Frecuencia | Puntual o esporádica | Constante, impulsiva y reiterada |
Motivación | Emoción puntual o conveniencia | Necesidad interna de distorsionar la realidad |
Conciencia del hecho | Reconocida como mentira | Puede ser negada y justificada bajo múltiples razones |
Impacto en relaciones | Limitado | Puede deteriorar relaciones sociales y laborales |
Es fundamental contar con asesoramiento profesional si estas mentiras son tan reiteradas que interfieren en la vida cotidiana.
Cómo detectar señales de mentira compulsiva y actuar de manera preventiva en el trabajo
No todo el mundo que miente con frecuencia se considera mitómano, aunque la línea es muy fina. En la práctica clínica, la mitomanía se detecta realizando evaluaciones completas y analizando la consistencia de las mentiras. En espacios laborales, estar atentos a relatos incongruentes o cambios bruscos en el discurso de un compañero puede ser clave para evitar mayores conflictos. Si sospechas de una conducta compulsiva de este tipo, los expertos recomiendan:
- Comunicar de forma asertiva: plantear la situación sin acusaciones directas ni juicios.
- Observar patrones: ¿la persona cae en contradicciones constantes?
- Buscar mediación: ya sea de Recursos Humanos o un profesional externo que oriente la situación.
Tomar distancia o dar un toque de atención a tiempo puede prevenir la escalada de problemas más serios.
Tratamientos y consejos para quienes muestran tendencias de mitomanía
Según la psicóloga sanitaria Elena Dapra, el tratamiento se centra en descubrir la función que cumplen estas mentiras en la vida del paciente. Aunque el objetivo final es que la persona deje de engañar, lo verdaderamente importante es entender qué necesidad emocional se está intentando suplir mediante la distorsión de la realidad.
Las terapias más habituales incluyen la cognitivo-conductual y las orientadas a la personalidad, además de la psicoeducación. Cada paciente puede requerir un enfoque diferente, en ocasiones con apoyo grupal o familiar. También se recomienda desarrollar la autoestima y practicar la autoobservación sin juicio, aprendiendo a identificar las emociones que detonan el impulso de mentir.
El caso de Frank Cuesta ha abierto un debate sobre hasta qué punto somos conscientes de las mentiras que construimos para encajar o protegernos. Aunque la mitomanía no está catalogada como enfermedad mental, puede tener repercusiones profundas en la vida personal y profesional de quien la sufre, así como en su entorno inmediato. Quienes noten estas señales deberían buscar ayuda psicológica a fin de frenar el daño colateral que este comportamiento genera. Síguenos a diario para conocer otras noticias de actualidad.