Uno de los radares instalados en Madrid se ha convertido en el que más sanciones impone de toda la ciudad. Según los datos recogidos recientemente por el Ayuntamiento, este dispositivo ha sido responsable de 53.953 denuncias por exceso de velocidad, solo en el último año, lo que ha supuesto una recaudación que supera los 5,8 millones de euros. Situado en uno de los accesos más transitados de la capital, su funcionamiento se mantiene activo las 24 horas del día, y se encarga de controlar el límite de velocidad establecido en esa vía.
¿Dónde se ubica el radar de Madrid que más multas interpone?
El radar que más sanciones impone en Madrid está situado en la M-30, concretamente en el kilómetro 4,150, en el túnel de la Avenida de Portugal, sentido de entrada a la capital. Se trata de una vía donde el límite de velocidad es de 70 km/h, a pesar de que su configuración y amplitud pueden inducir a muchos conductores a circular a mayor velocidad. Este hecho, unido a la ausencia de semáforos en un tramo relativamente recto, favorece que se produzcan numerosos excesos de velocidad, lo que justifica, según el Ayuntamiento, la instalación del radar en ese punto concreto.
Los datos proporcionados por el consistorio indican que este radar ha registrado 53.953 denuncias en un periodo de doce meses. Estas sanciones, que se traducen en una media de más de 160 multas al día, han generado unos ingresos de 5.869.560 euros, lo que lo sitúa a la cabeza en términos de recaudación entre todos los dispositivos de control de velocidad instalados en la ciudad.
¿Qué dice el Ayuntamiento de Madrid sobre su actividad?
El Ayuntamiento de Madrid sostiene y defiende que su ubicación tiene como objetivo reducir la siniestralidad en una vía que conecta con zonas de alta densidad de tráfico. Desde esta perspectiva, el radar cumple una función preventiva y disuasoria, y su finalidad no es tanto la sanción como la protección de peatones y conductores, todo esto según el consistorio.
Sin embargo, organizaciones de automovilistas, como Automovilistas Europeos Asociados (AEA), critican que muchos de estos radares tienen un enfoque recaudatorio, especialmente aquellos situados en puntos donde las condiciones de la vía no hacen evidente la necesidad de reducir la velocidad de forma tan drástica. Además, señalan que la señalización en algunos casos es insuficiente o poco visible, lo que puede llevar a los conductores a cometer infracciones sin intención real de vulnerar las normas.
Aunque las medidas de prevención siempre son bienvenidas, ya que se evitan accidentes de tráfico, el afán recaudatorio está presente y es innegable. Puedes conocer otras noticias automovilísticas en nuestra sección de motor.