Uno de los grandes misterios de la vida es saber por qué bostezamos y por qué se contagia. Hay que dejar claro desde un principio que la certeza absoluta en este tema, no existe. En el artículo explicaremos varias teorías que son las de más calado en la comunidad científica. Pero antes de llegar a ellas, hay una que parece que ha perdido peso si nos basamos solo en las publicaciones de los medios, pero que tiene bastantes fundamentos para ser una de las razones del bostezo. Se pensaba que era una forma de comunicación de nuestros ancestros, y que, a pesar de la evolución, ese esbozo ha quedado en nuestro ADN.
¿Cuáles son los motivos de los bostezos?
La teoría más extendida en estos tiempos se basa en las neuronas espejo. Son células del sistema nervioso que se encargan de transferir información a través de señales químicas y eléctricas. Las neuronas espejo son un tipo de neuronas que se activan cuando se realiza una acción o cuando se observa a otras personas ejecutar acciones, es decir, cuando una persona realiza una acción delante de nosotros, estas neuronas lanzan una representación mental de la acción aunque nosotros no la estemos realizando. Un ejemplo claro es la postura que adoptamos cuando estemos con otra persona, tendemos a posicionarnos de la misma manera, pues con el bostezo, igual.
Al hilo de esta teoría, se dice que está ligado a nuestras relaciones sociales. Es más habitual que suceda con personas de nuestro entorno más cercano, familiares o amigos. Es una forma inconsciente de sincronizarnos con quienes nos rodean. Pero claro, esto nos lleva a la teoría expuesta al principio del artículo, pareciendo una forma de comunicación ancestral entre la familia. ¿Por qué creemos que la teoría evolutiva es la clave? Porque no somos la única especie en la que sucede. Por ejemplo, los chimpancés muestran signos de bostezo contagioso. Blanco y en botella.
Y por último, la teoría de la activación (el nombre es inventado, pero se entenderá). El bostezo suele aparecer por motivos de cansancio o aburrimiento en muchas ocasiones. Así que, también se cree que es una forma de activar nuestro cuerpo, para seguir funcionando. Pero, ¿cómo sucede eso? Al estar somnolientos, no respiramos tan hondo como habitualmente, por lo que inhalamos menos oxígeno. Por lo tanto, el hecho de bostezar, ayuda a que nuestra sangre tome más oxígeno y expele más dióxido de carbono. Pero repetimos, certeza absoluta no tenemos.
¿Qué otras cosas heredamos de nuestros ancestros?
Cuando hablamos de ancestros, no nos referimos a los monos. Los humanos modernos, la especie Homo sapiens sapiens, no evolucionó de estos, sino que comparte un ancestro común con ellos. Otro vestigio evolutivo que mantenemos es el apéndice. Para nosotros no tiene ninguna utilidad, pero entonces, ¿por qué está ahí? Podría haber cumplido en nuestros antepasados una función relacionada con la digestión de la celulosa de las plantas, y lo hemos mantenido a pesar de su nulo funcionamiento. Otro ejemplo es el de las muelas de juicio, que eran útiles para moler alimentos fibrosos.
Una de las herencias más claras es el coxis. Es el vestigio de una cola que en el caso de los embriones humanos aparece hacia el final de la cuarta semana del desarrollo embrionario para desaparecer en el inicio de la octava semana.
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