Subirse a la moto para ir a trabajar, para hacer recados o simplemente para despejar la cabeza forma parte del día a día de muchos conductores. Ese instante de acelerar y sentir el aire es casi terapéutico, hasta que alguien te recuerda que la estadística no perdona. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha mirado los números y no le ha gustado lo que ve: la mortalidad en moto es 12 veces superior a la del coche. De ahí que haya decidido mover ficha y plantarse con una medida que, reconozcámoslo, nos obligará a rascarnos el bolsillo. A partir de enero de 2026 los motoristas de gran cilindrada tendrán que llevar airbag sí o sí en carreteras interurbanas. Suena a cambio gordo, pero aún queda margen para digerirlo y ahorrar, aunque por ahora, puedes comprar un airbag para motoristas en Amazon por 148,99 euros.
¿Por qué la DGT ha puesto el airbag en el centro del debate?
La DGT lleva varios años con el foco sobre los siniestros graves que involucran a motoristas. Los golpes frontales al pecho son la causa que más preocupa, y los expertos de Tráfico insisten en que un chaleco o chaqueta con airbag integrado reduce ese riesgo de forma drástica. Este sistema ya triunfa en MotoGP y está implantado en países como Francia o Italia; vista la efectividad, España no quiere quedarse atrás.
Además, los tecnócratas de Tráfico manejan un dato que quita el hipo: el impacto torácico es responsable de gran parte de las lesiones mortales. Por tanto, obligar al airbag no es un capricho, sino una respuesta directa a esas cifras. Y, por cierto, en la DGT están convencidos de que la aceptación social será mayor que la de otras “genialidades” normativas que han pasado por nuestras vidas.
¿A quién afecta la obligación y en qué vías se aplicará?
La norma apunta únicamente a los titulares del permiso A, es decir, quienes conducen motos de mayor potencia. Los ciclomotores y las motos ligeras quedan, de momento, fuera del radar. Tampoco se aplicará en ciudad: dentro de los núcleos urbanos el uso seguirá siendo recomendable, pero no exigible.
El ámbito clave es la carretera interurbana, escenario donde se concentran la mayoría de accidentes graves. Para sacarse el carnet A ya se exige chaleco con airbag desde este mismo julio, así que la Administración entiende que nadie puede decir que le pilla por sorpresa.
Calendario oficial: adaptación en 2025 y obligación en enero de 2026
2025 será el año del aterrizaje suave. Tráfico lanzará campañas informativas y, según han confirmado fuentes internas, no descarta habilitar ayudas para la compra del dispositivo. El objetivo es que quienes aún no lo tengan lleguen a enero de 2026 con los deberes hechos.
Por otro lado, el sector de la moto tendrá tiempo suficiente para ajustar catálogos y precios. Y, sí, la DGT reconoce que hoy por hoy el equipamiento no es barato, de modo que esa ventana de doce meses servirá para que el mercado compita y, con un poco de suerte, afloje los precios.
Cómo prepararte sin vaciar la cartera
Antes de que el cronómetro llegue a cero, conviene organizarse. Toma nota de estos pasos y evita sorpresas de última hora:
- Calcula presupuesto y ahorra con antelación: los modelos con airbag integrado no son baratos; reservar una pequeña cantidad mensual desde ahora aliviará el golpe final.
- Investiga modelos compatibles con tu chaqueta: algunos airbags se pueden acoplar a prendas que ya tienes, lo que reduce la inversión.
- Prueba varias tallas y sistemas de activación: los sensores electrónicos y los de cable mecánico funcionan distinto; elige el que te resulte más cómodo.
- Pregunta en tu autoescuela o club motero por ayudas locales: ayuntamientos y comunidades podrían sacar subsidios específicos durante 2025.
- Revisa la fecha de homologación: asegúrate de que el dispositivo cumple los requisitos que redactará la DGT para evitar devoluciones y trámites innecesarios.
Con este plan básico, adaptarte a la normativa será menos doloroso (para tu cuerpo y para tu cartera). Y, por si te lo preguntas, la DGT no descarta ampliar la obligación a las zonas urbanas si los datos de siniestralidad mejoran en carretera. Así que mejor irse acostumbrando: el airbag ha llegado para quedarse, y esta vez no vale eso de “ya me lo compraré más adelante”.