¿Te suena ese “número desconocido” que aparece justo cuando estás pasando el rato en el sofá o preparando la cena? Seguro que sí. Y también la duda eterna de si contestar o no, por si acaso es el mensajero con tu ansiado paquete. Lamentablemente, nueve de cada diez veces se trata de una oferta telefónica que no pediste, no quieres y probablemente no necesitas. Por si fuera poco, la llamada llega a horas que rozan lo surrealista: las 15:04, las 20:59… o, directamente, un sábado por la mañana. Aquí va una buena noticia: existe un truco exprés que le da la vuelta a la tortilla en apenas 10 segundos. Y no, no consiste en colgar (eso solo invita a que vuelvan a marcar tu número), sino en jugar con las reglas del propio sistema.
¿Qué dice exactamente la ley sobre las llamadas comerciales?
Para empezar, la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre) marca un horario claro: desde las 09:00 hasta las 21:00, de lunes a viernes. Festivos y fines de semana quedan fuera de juego. Además, el famoso artículo 96 recalca que las empresas jamás deberían saltarse estas franjas, so pena de sanción económica.
Por su parte, las grandes telecos asentadas en España (Movistar, Vodafone, Orange y compañía) firmaron en 2022 un código ético adicional: solo llaman de 10:00 a 15:00 y de 16:00 a 21:00. Parece estrictísimo, pero todo el mundo sabe que la realidad dista bastante del PowerPoint que les enseñaron a los directivos.
¿Por qué colgar no soluciona nada?
Colgar de golpe es tan tentador como ineficaz. El marcador automático detecta la interrupción y vuelve a intentarlo más tarde, convencido de que fue un “corte involuntario”. Resultado: recibirás otra llamada en cuestión de horas. Además, esa reacción brusca no elimina tus datos de la lista; solo pospone el problema. En palabras llanas, es como tapar una gotera con cinta adhesiva: al final, el agua encuentra otro camino.
La técnica de los 10 segundos que vuelve locos a los teleoperadores
¿En qué consiste el truco? Muy sencillo: contesta, saluda con educación y, acto seguido, pide que te incluyan en su “lista Robinson” (el registro oficial que impide la publicidad no solicitada). Mientras tanto, apunta la hora exacta y el nombre de la empresa para reclamar si vuelven a llamarte. El secreto está en mantener al agente en línea el tiempo justo para que registre tu solicitud (unos diez segundos) y, luego, despedirte cordialmente. Nada de malas palabras ni portazos telefónicos; bastan educación y firmeza. Ellos deben cumplir la normativa de protección de datos (Reglamento (UE) 2016/679) y eliminar tu contacto en un máximo de treinta días. Si reinciden, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) puede multarles con hasta 100.000 euros. Así, la broma les sale carísima.
Pasos para blindar tu móvil
Antes de lanzarte a la “lista Robinson”, conviene reforzar tu teléfono con herramientas gratuitas que filtran el SPAM (sí, “correo o llamadas basura” de toda la vida) incluso antes de que suene.
- Truecaller, Hiya y Mr. Number bloquean números reportados como molestos, permiten crear listas negras personalizadas y muestran automáticamente quién llama, todo sin coste.
Estas apps están disponibles tanto para Android como para iOS y se configuran en menos de cinco minutos; a partir de ahí, los números sospechosos irán directos al buzón de voz o al limbo digital. Por tanto, ya sea en Madrid, en Medina del Campo (Valladolid) o en cualquier rincón con cobertura, tu paz telefónica estará a salvo.