Burriana (Castellón) se ha armado con un par de veteranos de la ingeniería: dos Tornillos de Arquímedes capaces de devorar agua a velocidad de récord. En apenas cuatro semanas quedaron listos para entrar en acción y, para alegría de los vecinos de la Serratella, ya han demostrado su poderío. Todo, por algo más de un millón de euros que, admitámoslo, no son precisamente calderilla. ¿Realmente compensa el gasto? Vamos por partes.
¿Qué es un Tornillo de Arquímedes y por qué sigue funcionando 2.000 años después de su invención?
Aunque su nombre suena a invento de cómic, el Tornillo de Arquímedes es tan simple como efectivo: una hélice enorme instalada dentro de un cilindro inclinado. Gira, atrapa el agua en sus espirales y la sube hasta 2,20 m por encima del nivel del mar. No necesita presión ni pendiente; ideal para terrenos llanos costeros donde el agua se queda estancada.
A continuación se resumen los datos clave del nuevo sistema de Burriana:
Dato técnico | Valor exacto | Fuente en el proyecto |
---|---|---|
Peso total conjunto | 40 toneladas | Memoria municipal |
Caudal máximo evacuado | 2.900 l/s (1.450 l/s cada tornillo) | Pliego de suministro |
Altura de impulsión | 2,20 m sobre el mar | Ficha técnica equipos |
Presupuesto adjudicado | > 1.000.000 € | Lotes 1 y 2, febrero 2024 |
Plazo de montaje | 4 semanas (octubre) | Contrato obra civil |
Estos “dinosaurios” modernos además pueden tragar ramas y cañas sin atascarse, algo que las bombas convencionales solo sueñan con poder hacer.
¿Cuánto ha costado y quién paga la factura?
El Ayuntamiento adjudicó la obra en dos lotes a principios de febrero de 2024. Entre equipos, obra civil y línea eléctrica, la inversión supera holgadamente el millón de euros. No es un capricho: los vecinos llevaban años pidiendo una solución. La zona está por debajo del nivel del mar y el propio camino de la Serratella actúa como muralla, así que cada chubasco era sinónimo de calles convertidas en piscina olímpica.
Para evitar sustos eléctricos, la instalación cuenta con doble alimentación: red pública y dos generadores diésel que se encienden solos si cae la tensión. Sí, más burocracia y más combustible, pero así nadie se queda a oscuras mientras el agua sube.
¿Cómo rindieron los tornillos durante la dana del 12 de julio?
La primera gran prueba llegó el 12 de julio con una dana (depresión aislada en niveles altos) que dejó 50 l/m² en una hora y rachas de 106 km/h. Los tornillos se activaron automáticamente y bombearon a pleno rendimiento. Resultado: ni una calle anegada. El concejal Juan Canós respiró aliviado, aunque advierte de que harán falta más temporales para saber si el sistema es suficiente. Si no, ya planean instalar otro par de tornillos al sur, en el Camí la Ralla.
Pese al éxito, los cultivos de cítricos y hortalizas sufrieron lo suyo y varios coches acabaron con lunetas rajadas o circuitos eléctricos empapados. El Ayuntamiento ha pedido al Gobierno la declaración de zona catastrófica; ahora comienza la carrera de los papeles.
¿Qué hago si vivo en una zona inundable?
Antes de que la próxima nube negra te pille en bata y zapatillas, vale la pena tener claros unos pasos básicos:
- Revisa cada otoño desagües, canalones y rejillas de tu vivienda; media hora de manguera puede evitar un disgusto.
- Guarda documentación importante (escrituras, pólizas, facturas) en fundas impermeables y en un estante alto.
- Mantén a mano un kit de emergencia con linterna, pilas, radio y cargador portátil.
- Si la calle se inunda, corta la corriente eléctrica desde el cuadro general y evita sótanos o garajes.
Estos cuatro gestos cuestan poco y, por experiencia, ahorran muchos nervios.
La moraleja es clara: dos piezas de ingeniería helenística, 40 toneladas de hierro y un millón de euros bastan para que Burriana vuelva a mirar al cielo sin temer cada trueno. De paso, el municipio se sitúa en el mapa de las “políticas útiles”, esas que se notan bajo los pies… o, mejor dicho, bajo el agua.