El organismo estudia que la novedad del Real Decreto no entre finalmente en vigor en 2026 para las personas desempleadas que cobran paro o un subsidio.
La nueva obligación de presentar la declaración de la renta para quienes cobran una prestación del SEPE todavía no está del todo escrita. Aunque el Real Decreto que reforma la asistencia por desempleo, en vigor desde el 1 de noviembre de 2024, la incluye expresamente, el propio servicio público reconoce que sigue estudiando cambios y que la aplicación efectiva en 2026 podría no llegar a producirse.
El SEPE estudia cambios en la obligación de declarar la renta a quienes cobran esta ayuda
En un primer momento, la obligación de presentar la declaración de la renta se iba a aplicar ya a las prestaciones nacidas tras el 1 de noviembre de 2024, afectando a la campaña de la renta del ejercicio 2024. Posteriormente, Trabajo decidió aplazarla a 2026, para las rentas correspondientes a 2025, para evitar una dualidad normativa dentro del mismo año.
Ahora, una asesora de la Subdirección General de Prestaciones del SEPE ha reconocido que se están estudiando otras posibilidades, al entender que los desempleados podrían verse demasiado perjudicados por la medida. ¿Cuándo empezará entonces a ser realmente obligatoria esta declaración para quienes cobran ayudas del SEPE? Esa es la gran incógnita.
El Real Decreto prevé que todas las personas que cobren una prestación por desempleo, ya sea la prestación contributiva o un subsidio, tengan que presentar la declaración de la renta ante la Administración Tributaria o el organismo foral correspondiente.
Esta obligación se impondría aunque no se alcance el mínimo de ingresos que, con carácter general, obliga a declarar. Tampoco importa el tiempo que se lleve cobrando la prestación, la cuantía concreta ni si se tienen uno o varios pagadores. Dicho de forma sencilla: con el simple hecho de cobrar una ayuda del SEPE, habría que rendir cuentas a Hacienda si no se quiere poner en peligro el cobro.
La DAR y la obligación con Hacienda para el subsidio mayores de 52 años
El caso de las personas que cobran el subsidio para mayores de 52 años es aún más delicado. Esta ayuda, de 480 euros mensuales y con una cotización del 125% sobre el SMI, ya exige ahora mismo la presentación de la Declaración Anual de Rentas, conocida como DAR.
La DAR sirve para que el SEPE compruebe que las personas beneficiarias no superan el límite de ingresos equivalente al 75% del SMI. Debe presentarse cuando transcurren doce meses desde el nacimiento del derecho al subsidio y cada vez que pasan doce meses desde la última reanudación, con un plazo de quince días hábiles para hacerlo. Si no se presenta, se interrumpe el pago y la cotización de la prestación.
Si la obligación de presentar la declaración de la renta se mantiene, estas personas tendrían que cumplir con dos trámites: la DAR ante el SEPE y la declaración anual del IRPF ante Hacienda. ¿Quién no se perdería con tanta obligación encima de la mesa?
El SEPE mantiene sobre la mesa la obligación general de presentar la declaración de la renta para todos los perceptores de prestaciones y subsidios, pero al mismo tiempo reconoce que la medida se está revisando para evitar un perjuicio excesivo a las personas desempleadas. Habrá que estar atentos a la próxima campaña de la renta y a lo que indiquen la web del SEPE y la administración tributaria correspondiente. Desde nuestra sección de trámites informaremos de los posibles cambios en esta gestión.
