Intentar vivir 30 días en Madrid con 900 euros. Ese ha sido el reto de Alegría, una joven venezolana que trabaja como dependienta y ha ido mostrando en redes cómo se le escapa el presupuesto. El resultado ha generado reacciones: entre imprevistos y gastos no registrados con tarjeta, terminó el mes con 1.250 euros. ¿Se puede vivir en Madrid con un sueldo bajo? La experiencia de Alegría muestra las dificultades de una capital donde han subido la vivienda, el transporte, el ocio y la cesta de la compra.
Quién es Alegría y por qué intenta vivir en Madrid con 900 euros
Alegría vive en Madrid, una ciudad que asegura que “es la única que siente como su casa”. Para “sobrevivir”, afirma tener “tres trabajos”, aunque su ingreso principal es su puesto de dependienta: cobró 900,55 euros de nómina. Tras pagar los gastos fijos, calculó que le quedarían unos 300 euros para comida y pequeños caprichos. Vive fuera del centro, algo que le abarata la habitación. Aun así, ha tenido que recortar su presupuesto al máximo: llegó a sustituir su bebida favorita por agua. “Yo siempre tomo Coca-Cola. Siempre. Y este mes toca agua”.
Durante el mes fue registrando pagos con tarjeta y en efectivo. Primero revisó los cargos de la tarjeta y luego descubrió que faltaban movimientos en metálico. A continuación, te mostramos el desglose de los pagos con tarjeta que fue anotando:
Concepto | Importe (€) |
---|---|
Casa | 375,00 |
Agua | 26,25 |
Luz | 38,79 |
Gas | 26,25 |
Ocio | 140,42 |
Mercado | 105,98 |
iPhone | 76,00 |
Moda | 76,71 |
Uber | 35,32 |
Línea de móvil | 28,01 |
Transporte público | 10,00 |
Acnur | 2,00 |
Apps | 15,97 |
Subtotal | 896,73 |
Después comprobó que, además de esos 896,73 euros con tarjeta, gastó 350 euros en efectivo y tuvo que enviar dinero a su país, cerrando el mes con 1.250 euros. ¿Quién no se ha topado con un imprevisto que desbarata el presupuesto?
Conclusiones del reto sobre el coste de vida y salarios bajos en Madrid
La conclusión que extrae es clara: con sueldos cercanos a 1.000 euros, vivir en Madrid roza lo imposible sin aplicar recortes muy severos. Incluso residiendo fuera del centro y apretandose el cinturón, el margen se esfuma entre gastos fijos, transporte, alimentación y pequeñas compras. De ahí que, como cuenta, encadene “tres trabajos” para salir adelante.
Su reto no busca fórmulas mágicas, sino mostrar una realidad: el coste de vida en Madrid supera a muchos salarios. Y, cuando aparecen pagos en efectivo no previstos o ayudas a la familia, el presupuesto salta por los aires. ¿Quién no se ha visto alguna vez haciendo números al céntimo?