A partir del año académico 2025-2026, se habilitarán nuevas aulas en colegios de la región para implantar el modelo de EGB y acoger a estudiantes que pasarán a la ESO sin cambiar de centro. ¿Te imaginas lo que esto puede suponer para la conciliación familiar? La Consejería de Educación calcula que se abrirán 109 clases de 1º de la ESO, con 218 docentes adicionales para cubrir las materias de Secundaria, implicando una inversión de 12.740.886,9 euros en el primer año.
Con esta medida, las familias evitan desplazamientos a institutos lejanos y mantienen la continuidad educativa. Se prevé una ratio de 25 alumnos por aula y se estima que para 2026-2027, cuando también se incorpore 2º de la ESO, el número de grupos se duplique y sea necesario otro cupo de 218 profesores. El gasto total previsto para el segundo año asciende a 25.206.485,3 euros.
Aspectos que impulsan la implantación de la ESO en 52 centros madrileños
Según la Consejería, el nuevo sistema fomenta la coordinación entre docentes y familias, además de fortalecer la idea de un proyecto educativo a largo plazo. Por un lado, se reduce el tiempo y el esfuerzo que muchas familias invertían en traslados diarios. Por otro, se genera una oportunidad laboral para nuevos profesores de Secundaria, reforzando las plantillas y contribuyendo al mantenimiento de un entorno más estable en los propios colegios. Estos son los puntos fuertes de la iniciativa:
- Continuidad del alumnado en un mismo centro.
- Cercanía para las familias y ahorro en desplazamientos.
- Creación de nuevos puestos de trabajo docente.
- Adaptación progresiva de las instalaciones escolares.
En cada colegio, se ajustarán los horarios según sus necesidades. Algunos centros, como el Arcipres de Hita en Fuenlabrada, planean jornadas de mañana con una tarde prolongada a la semana. Otros, como el Antonio Machado en Leganés, contemplan un tiempo de comida antes de retomar las clases.
Nuevas aulas, profesorado adicional y presupuesto: el impacto en la comunidad educativa madrileña
Para el primer curso, la mayor parte de la inversión cubrirá el cupo docente (11.697.916 euros), a lo que se suman jefaturas de estudio, auxiliares administrativos y otros recursos. Un elemento importante es que 40 de los 52 centros son bilingües, lo que requiere fondos adicionales para formación y complementos de productividad. A continuación, se muestra una tabla con la previsión principal de gastos en el primer año:
Concepto | Importe (en euros) |
---|---|
Cupo docente | 11.697.916 |
Jefatura de estudios + incremento de alumnos | 393.443,96 |
Complementos bilingües | 251.026,90 |
Funcionamiento del centro | 163.500,00 |
Auxiliares de conservación | 235.000,00 |
Total estimado | 12.740.886,9 |
Este despliegue económico también contempla el acondicionamiento de espacios, con 4 millones de euros destinados a reformas, equipamiento digital y material para los nuevos grupos de Secundaria.
Acuerdo, tramitación y medidas de conciliación laboral: los próximos pasos oficiales a tener en cuenta
El proyecto de Orden para autorizar a los colegios a impartir la ESO aún está en fase de tramitación en el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid. Mientras tanto, sindicatos como CC. OO. cuestionan la dotación presupuestaria y las condiciones de implementación, alegando falta de participación del profesorado en el diseño de esta reforma. Para ellos, un aspecto crucial es la formación específica de los docentes y la garantía de que los centros cuenten con infraestructuras adecuadas para Secundaria.
Aunque las críticas se centran en posibles carencias de personal y en la implantación parcial (solo 1º y 2º de la ESO), el Gobierno regional mantiene que esta medida proporcionará un entorno escolar más cercano y cohesionado. ¿Quieres saber más? Las familias interesadas podrán consultar la Orden definitiva cuando se publique, así como los requisitos de matrícula para mantener a los estudiantes en estos colegios.
La introducción del modelo de EGB en Madrid busca simplificar la vida de las familias y asegurar una transición menos brusca a la Secundaria. Habrá que estar atentos al periodo de matriculación y a cómo reaccionan docentes, centros y sindicatos a la implantación definitiva.