Si alguna vez has cruzado Moncloa rumbo al Parque del Oeste, quizá te ha sorprendido un chorrito de agua que parece salir de la nada. Pues bien, ese caño tiene nombre propio: Fuente de la Salud. Durante décadas, media Madrid acudía con garrafas y la esperanza de curar “males del riñón”. Hoy, los carteles dejan claro que ni milagros ni botellas: agua no potable y gracias. Aun así, la curiosidad sigue viva: ¿qué fue de aquella fama, cómo llegar y, sobre todo, por qué seguimos hablando de ella?
¿Dónde está exactamente la Fuente de la Salud?
Para localizarla no hace falta brújula, pero sí prestar atención. El manantial se esconde en la parte baja del Parque del Oeste, a los pies del Cerro del Pimiento y a pocos metros del Paseo de Moret. El arroyo de San Bernardino (antiguo afluente natural del Manzanares) recorre aquí un cauce artificial de 600 metros flanqueado por sauces que campan a sus anchas.
El enclave forma parte de un parque de 84 hectáreas diseñado entre 1898 y 1901 por Cecilio Rodríguez. El plano de Nogueira de 1848 ya citaba el manantial, pero su fisonomía actual data de los primeros años cuarenta, cuando la zona se remozó tras la Guerra Civil. Dicho de otro modo: la fuente lleva casi dos siglos viendo pasar madrileños con más fe que análisis de laboratorio.
El boca a boca le otorgó poderes casi bíblicos: “fue durante décadas un lugar muy apreciado por los madrileños que iban a llenar recipientes con el agua a la que atribuían propiedades curativas para enfermedades del riñón”. El fervor popular alcanzó tal nivel que, allá por los cuarenta, se planteó construir un balneario para explotar el supuesto filón medicinal.
La burbuja estalló en los sesenta, cuando un análisis reveló que las aguas “estaban contaminadas por infiltraciones desde el alcantarillado del barrio de Argüelles”. Adiós spa, hola cartelas (placas de aviso) que todavía hoy advierten al paseante. Hubo quien propuso enganchar la fuente al río Lozoya, pero el proyecto se quedó en papel mojado; literalmente.
¿Cómo llegar paso a paso?
Antes de lanzarte a la aventura, ten en cuenta que el sendero junto al arroyo es llano y perfecto para un paseo tranquilo. Aun así, conviene saber por dónde empezar.
- Sal de la plaza de Moncloa y dirígete al Paseo de Moret.
- Entra en el Parque del Oeste por el costado del Cerro del Pimiento.
- Sigue el camino paralelo al Paseo de Ruperto Chapí: escucharás el murmullo del arroyo.
- Localiza las dos cartelas que rezan “agua no potable”; justo detrás brota la Fuente de la Salud.
Una vez allí, disfruta del entorno ribereño y de la sombra de los sauces; solo recuerda que tu botella mejor llénala en otra fuente. Desde el Ayuntamiento insisten: esta agua “no debe utilizarse para beber”, porque su calidad depende de las lluvias y de posibles filtraciones poco amistosas. Por tanto, si la sed aprieta, acércate a cualquier fuente de consumo conectada al Canal de Isabel II y problema resuelto.
Además, evita idealizar el lugar: no hallarás instalaciones ni bancos de piedra dignos de balneario, sino un caño modesto y mucha historia. Lleva calzado cómodo, reserva un rato para recorrer los 600 metros del arroyo y, de paso, asómate a otros rincones del parque que nunca defraudan. Entra en nuestra sección de actualidad para conocer otros enclaves míticos de Madrid.