¿Quién no ha sentido alguna vez que el deporte sirve para algo más que marcar goles? En Lavapiés, un equipo mixto con seis hombres y dos mujeres lo demuestra con hechos. Se llaman Dragones y combaten la exclusión social desde el fútbol. Ocho personas sin hogar del equipo han sido seleccionadas para representar a España en el Mundial de Fútbol Calle. Muchos de ellos han dormido en Barajas y hoy, afortunadamente, todos están acogidos. El fútbol ha sido su terapia y, pase lo que pase con el marcador, su partido más difícil ya está ganado.
¿Quiénes son los Dragones de Lavapiés y cómo trabajan la integración?
Los Dragones de Lavapiés son un equipo mixto: seis hombres y dos mujeres que han encontrado en el fútbol un espacio seguro para salir adelante. El club se define por tres pilares claros que se entrenan tanto como los pases: integración, respeto e igualdad. Una de las jugadoras es Sandra Pereira, que ejerce como portera. La mezcla no es un adorno, es el corazón del proyecto y la prueba de que el campo también puede ser un aula de convivencia.
Detrás de cada entrenamiento hay biografías con curvas. Ricardo Torres, jugador del Dragones F.C., lo resume en primera persona: “He estado casi tres años sobreviviendo en la calle”. Desde la dirección, el mensaje es igual de directo. Miguel Buceta, Director del Dragones F.C., subraya la clave del enfoque inclusivo: “Las personas en exclusión tiene también derecho a hacer deporte”.
El equipo del barrio de Lavapiés ha sido seleccionado para jugar la Copa Mundial de fútbol calle. Más que un torneo, esto se plantea como una forma de visibilizar y dotar de recursos a los más desfavorecidos; por lo tanto, el viaje compite con algo más que un resultado. Traigan o no una copa, el impacto ya es tangible: cuando el fútbol abre puertas, no hacen falta focos para notar el cambio.
¿Qué puedes hacer tú para apoyar desde tu día a día?
Esta historia deja pistas prácticas muy concretas. Si el balón ha sido terapia y altavoz, es porque alrededor se ha respetado la mezcla y se ha dado visibilidad al esfuerzo. Adopta estas medidas en tu día a día para echar un cable:
- Da visibilidad a proyectos que combaten la exclusión social desde el deporte.
- Recuerda que el deporte puede ser terapia en procesos de salida del sinhogarismo.
- Evita el estigma: muchos pasaron por Barajas; hoy están acogidos.
- Comparte este tipo de noticias para hacer un efecto llamada y que cada vez más personas puedan salir del sinhogarismo.
Por consiguiente, cada gesto cuenta: hablar de estas iniciativas, reconocer su trabajo y mirar sin prejuicios también suma en el marcador de la inclusión. Al final, esto va de juego limpio dentro y fuera del campo. Si quieres conocer otras historias que te reconcilian con el ser humano, no dudes en entrar en nuestra sección de actualidad.