Seguro que alguna vez has pasado por delante de aquel colmado de la esquina y te has dicho: “¡Uy, si estaba aquí desde siempre!”. Pues ya no. En los últimos doce meses, 7.084 comercios de toda la vida han echado el cierre en la Comunidad de Madrid. Detrás de cada persiana que baja hay nombres propios, historias y un montón de recuerdos que se apagan a la vez que el neón del cartel. El Instituto Nacional de Estadística lo deja claro: de los 50.853 negocios de proximidad que había en 2020 solo quedan 43.769 en 2024, un tijeretazo del 14 %. La puntilla llegó en 2023, con casi 6.000 cierres de golpe. Y, claro, si desaparecen las tiendas de siempre, el barrio se queda un poco más mudo.
¿Por qué están desapareciendo los negocios de barrio en Madrid?
Primero, porque las grandes superficies juegan otra liga y la competencia se hace dura para el tendero que abre la puerta cada mañana a las 7.00. Segundo, porque la pandemia (sí, esa que parecía historia) dejó heridas que no han cicatrizado. El resultado es un goteo constante de cierres que ya nadie puede negar.
Además, los costes fijos se han disparado. Alquileres que suben como la espuma, traspasos imposibles y facturas que crujen cualquier bolsillo castizo terminan empujando a muchos a colgar el cartel de “se alquila”. Así lo explica Javier San Martín, profesor de la OBS Business School: cada vez más locales permanecen vacíos durante años, esperando a un inversor con músculo financiero.
Armando Rodríguez, presidente de COCEM, se queja de que “se le pide lo mismo a una panadería de barrio que a una gran superficie”. Las normas son tan finas que el pequeño comerciante acaba contratando asesorías externas para no meter la pata, y eso vale dinero. Dinero que, por cierto, no siempre hay en caja.
Daniel Waldburger, al frente de La Casa del Abuelo, lo resume con sorna: antes bastaba con una gestoría, ahora casi necesitas un departamento legal propio. Con tanta traba, muchos prefieren jubilarse antes de tiempo, y la generación que debería tomar el relevo… pues mira para otro lado. Para hacernos una idea, os mostramos una tabla con los gremios que más sufren:
Sector | Porcentaje de comercios cerrados | Periodo analizado |
---|---|---|
Cárnicos | 24 % | Últimos 5 años |
Electrodomésticos | 14 % | Últimos 2 años |
Joyerías | 20 % | Últimos 2 años |
Prensa | 62 % | Últimos 2 años |
Detrás de cada porcentaje hay empleos perdidos y calles que pierden chispa. En el caso de las carnicerías, por ejemplo, la caída del 24 % en locales se traduce en un 16 % menos de consumo de carne.
¿Qué apoyos ofrece la Comunidad de Madrid y por qué no llegan?
El comercio supone el 6 % del PIB regional, pero de los 26 millones de euros presupuestados solo 8 millones acaban en el sector y, de estos, 2 millones van a la promoción del comercio de proximidad. Hagan cuentas: 26 euros por comerciante (ni para un par de cañas y una ración de bravas). Las ayudas de hasta 25.000 euros para digitalización y marketing llegaron en 2024 a más de 10.000 negocios, pero los comerciantes insisten en que son parches. Mientras el papelorio siga siendo una carrera de obstáculos, dicen, será difícil que el dinero cale donde se necesita.
Muchos jóvenes ya no sueñan con heredar el negocio familiar; prefieren trabajos con horarios menos impredecibles. A eso se añade la sobreoferta de locales nuevos, que expulsa al que no pueda renovar imagen ni pagar un buen alquiler.
El resultado es un panorama donde florecen proyectos “gastro” muy instagrameables mientras las tiendas centenarias bajan el telón. Y con cada cierre, advierte Waldburger, Madrid pierde un trocito de su personalidad. Entra en nuestra sección de actualidad para conocer otras noticias de interés.