Más de 1,25 millones de personas están de baja y se calcula que un 20 % podrían no decir la verdad. El caso de Noelia, despedida tras ser grabada en un gimnasio pese a su lumbalgia, vuelve a poner el foco en el problema. El aumento de las bajas laborales, sobre todo por trastornos de salud mental, ha llevado a las empresas a extremar la vigilancia, llegando incluso a contratar detectives privados. ¿Qué lleva a un trabajador a fingir una enfermedad y cómo puede defenderse quien de verdad está enfermo?
Por qué las empresas recurren a detectives privados ante el auge de bajas falsas
Ojo, que no es ninguna tontería: cada ausencia supone un coste directo para la compañía y para la Seguridad Social. De ahí que algunas opten por investigar a quienes consideran sospechosos. La estadística que más inquieta es ese 20 % de posibles fraudes, suficiente para disparar la desconfianza. Por tanto, la vigilancia externa se ha convertido en una práctica cada vez más extendida.
Dato clave | Cifra oficial proporcionada |
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Trabajadores de baja en España | 1,25 millones |
Porcentaje de casos sospechosos de fraude | 20 % |
El caso de Noelia Molero y las consecuencias de entrar al gimnasio estando de baja
La historia de Noelia es un ejemplo claro. Mientras seguía una rehabilitación por lumbalgia, un detective contratado por su empresa la grabó entrando al gimnasio. El informe sirvió de base para su despido. Según explica, varios abogados le confirmaron que podría ganar una demanda, pero también que el proceso sería largo y costoso.
Las razones son variadas y, en ocasiones, complejas:
- Evitar un entorno laboral percibido como tóxico o estresante
- Compatibilizar otro empleo o actividad económica no declarada
- Disfrutar de tiempo libre ante la imposibilidad de cogerse vacaciones
- Recuperarse de dolencias leves sin consumir días de descanso
Aunque cada caso tiene su particularidad, todas estas situaciones ponen en jaque la confianza entre empresa y plantilla. Si estás de baja y realizas actividades recomendadas por tu médico, documenta cada paso. Guarda recetas, informes y, si es posible, un escrito del facultativo que justifique la rehabilitación. Además, mantén informada a la empresa de los avances del tratamiento; la transparencia es tu mejor aliada. Y recuerda: demandar es un derecho, pero exige tiempo y recursos.