La bicicleta gana peso en la movilidad cotidiana y la DGT lleva años impulsando su integración con mejoras de seguridad. Ahora, el Boletín Oficial del Estado (BOE) introduce una novedad clave: la posibilidad de sustituir arcenes por carriles bici en carreteras del Estado, con efectos directos sobre quienes circulan en solitario o en grupo.
El BOE y la DGT reordenan la movilidad ciclista en carreteras nacionales con nuevas vías ciclistas
En urbe y carretera, hasta ahora se recomendaba (pero no se exigía) usar carriles bici cuando existieran, por ser más seguros. La DGT recuerda que “En ciudad, las bicicletas deben circular lo más próximo a la derecha de la vía, dejando una separación de seguridad con el bordillo o con los vehículos estacionados. Y si van en grupo, podrán circular en columna de a dos como máximo”.
En carretera, la pauta tradicional ha sido el arcén: “En carretera, los ciclistas deben utilizar el arcén de su derecha, si existe, para circular. Solo podrán abandonarlo en descensos prolongados en condiciones seguras. Los ciclistas tienen permitido circular en filas de dos en carretera, orillándose todo lo posible a la derecha de la vía. En cambio, en tramos sin visibilidad (como curvas) y cuando formen aglomeraciones no podrán circular en paralelo y deberán colocarse en hilera”.
El documento oficial subraya el papel de la movilidad activa y, en particular, de la ciclista, enmarcándolo en planes como la Estrategia Estatal por la Bicicleta y en la estructura orgánica aprobada por el Real Decreto 253/2024, de 12 de marzo. Señala que se fijan en una disposición adicional los principios que regirán la planificación, construcción y explotación de vías ciclistas para garantizar una red continua y segura en ámbitos urbano, periurbano e interurbano, en coordinación con otras administraciones.
La clave operativa llega con esta previsión: “En carreteras multicarril y carreteras convencionales con una intensidad media diaria reducida en las que se considere especialmente conveniente incluir un itinerario ciclista o dar continuidad a uno ya existente, para la ejecución de vías ciclistas adyacentes a las carreteras del Estado podrán disminuirse o suprimirse los arcenes preexistentes, justificando que no se perjudican las condiciones de seguridad viaria o la adecuada explotación de la carretera”.
Cómo será el uso preferente de los nuevos carriles bici
En la práctica, cuando se ejecute una vía ciclista adyacente y se reduzca o elimine el arcén, la circulación pasará a canalizarse por ese itinerario específico junto a la carretera. Esto afecta tanto a quienes pedalean solos como a los grupos que hoy pueden ir en paralelo de dos: su trazado se trasladará al carril bici contiguo.
Dado lo anterior, la seguridad se coloca en el centro: la norma condiciona cualquier supresión de arcén a que no se vean comprometidas las condiciones de seguridad vial ni la adecuada explotación de la carretera. Por este motivo, la planificación de estas vías ciclistas deberá garantizar continuidad y coherencia con las políticas públicas existentes. En nuestra sección de motor podrás encontrar multitud de artículos relacionados con la DGT.