Los ratones son los animales que más se utilizan para realizar experimentos y avanzar en la ciencia. A través de ellos se pueden estudiar comportamientos y reacciones simulando los estímulos humanos. Además, también se utilizan para testar sustancias y productos antes de aplicarlos sobre humanos. Pero también hay estudios que se dedican a estudiar el comportamiento de estos diminutos y peculiares animales.
Varios investigadores de la Universidad del Sur de California en Estados Unidos llevan varios años estudiando el comportamientos de algunos roedores, en concreto los de la especie Mus musculus y en los últimos meses han realizado varios experimentos para estudiar la conducta de estos ratones cuando había otro inconsciente en el suelo. El estudio se llevó a cabo con dos centenares de parejas.
El experimento que demostró el rescate entre ratones
Cada pareja de roedores que fue objeto del estudio, fue sometida a varias situaciones diferentes. Algunos de ellos estaban dormidos, otros recién fallecidos y otros anestesiados. Las primeras conclusiones que se sacaron es que los ratones interactúan mucho más con aquellos que estaban inconscientes (un 47,7%) que entre los activos (un 5,8%).
Conforme la investigación avanzaba se dieron cuenta que el comportamiento de los roedores iba cambiando a lo largo de todo el tiempo de interacción. En primer lugar, se acercaban al compañero tumbado en el suelo y los olisqueaba un rato, para luego “acicalarlo” con el típico lameteo de los mamíferos. Si no reaccionaba, el ratón activo intensificaba su contacto con el compañero e incluso le mordía el hocico en un intento de “despertarlo”, intentando sacarle la lengua y tirar de ella.
Para comprobar por qué realizaban el acto de tirar de la lengua del compañero, los investigadores comenzaron a colocar pequeñas bolas de polietileno en algunos de los ratones y, en el 80% de las ocasiones, el ratón activo se la extraía al compañero tumbado, consiguiendo que este se recuperase mucho antes.
Los ratones prefieren a sus familiares y amigos
A través de los vídeos y observaciones de los animales, los investigadores no solo pudieron comprobar la reacción ante otro congénere inconsciente, sino que se dieron cuenta de que los ratones discriminaban y diferenciaban entre ratones amigos y compañeros de caja y aquellos que para ellos eran desconocidos.
Los científicos se fijaron en la actividad neuronal de una región en concreta del hipotálamo, pues aquí es donde se concentra la producción y liberación de oxitocina, la hormona que favorece la interacción social. Los investigadores modificaron la liberación de la oxitocina, manipulándola, bloqueándola y forzándola. Se pudo comprobar como la activación de las neuras conductoras de oxitocina promovía una actitud “social” hacia aquellos ratones que les resultaban extraños.
Los resultados de esta investigación se han publicado en dos estudios diferentes en la revista Science. Según los investigadores, los datos que arrojan estos es la muestra de un comportamiento instintivo desencadenado por la falta de respuesta de sus compañeros y se produciría un efecto beneficioso tanto inmediato, por la recuperación del animal inconsciente, como a largo plazo, debido a la sensación de haber salvado a un miembro del grupo.
Si te interesa este tipo de artículos, puedes visitar nuestra sección de actualidad en la que publicamos a diario noticias como esta y de otros temas y ámbitos.