El próximo curso marcará un antes y un después para la Formación Profesional (FP) en España: La Otra FP, en Las Rozas (Madrid), se convierte en el cuarto (y primer exclusivamente de FP) centro autorizado para impartir el Programa de Orientación Profesional (POP) del Bachillerato Internacional (IB). ¿Por qué tanto revuelo? Porque, en palabras de su directora, Carmen Hernández Blanco, “las empresas piden perfiles personales, no expedientes académicos”, y este certificado internacional acredita justamente eso.
Qué es el Programa de Orientación Profesional del Bachillerato Internacional y por qué revoluciona la Formación Profesional española
Creado en 2012 tras un acuerdo entre Finlandia y la Fundación IB, el POP complementa los títulos de FP con un itinerario que potencia seis capacidades clave (analítica, creativa, crítica, entendimiento intercultural, agencia y aprendizaje continuo), esas que difícilmente puede replicar una máquina. El resultado es un profesional con bagaje técnico y, al mismo tiempo, entrenado para trabajar en equipo, resolver problemas complejos y adaptarse a mercados globales. ¿El objetivo? Formar “ciudadanos globalmente competentes” que, llegado el momento, puedan continuar estudios superiores sin renunciar a la practicidad de la FP.
Cuáles son los cuatro centros de España que ya imparten este currículo internacional en Formación Profesional
A día de hoy, solo un puñado de colegios privados se han sumado al reto, y el IB confirma que la red puede triplicarse en pocos años. De momento, el mapa queda así:
- La Otra FP (Madrid): único centro 100 % FP con currículo LOMLOE + IB.
- British College of Gavà (Cataluña): combina POP y Programa de Diploma; alumnado mayoritariamente internacional.
- Mas Camarena (Valencia): POP orientado a deportistas de alto rendimiento, vinculado al BTEC Nivel 3 en Deporte.
- Otro centro privado (no ha trascendido el nombre) completa la lista, según la Fundación IB.
En los tres pioneros, los resultados ya se dejan notar: antiguos alumnos cursan grados superiores becados en universidades de Nueva Jersey y Miami, o han dado el salto al mercado laboral con ventaja competitiva.
Cómo afecta a los estudiantes la falta de convalidación universitaria y qué salidas encuentran en el extranjero
Aquí llega el principal escollo. Las universidades públicas españolas no reconocen aún el POP. “Quien quiere hacer carrera se marcha fuera”, subraya Rachel Fenton, directora de bachillerato en Gavà. Reino Unido, Suiza o Estados Unidos sí equiparan el título y permiten el acceso directo a la universidad. En casa, la puerta sigue siendo cursar un grado superior. ¿Es un problema insalvable? No necesariamente: la propia Fundación IB insta a “abrir pasarelas” para que un graduado de FP pueda matricularse en la universidad sin duplicar estudios, y el Ministerio de Educación estudia opciones. Mientras tanto, los alumnos ganan movilidad internacional y un plus de empleabilidad inmediato.
Requisitos académicos y competencias personales que exige el IB para autorizar a un centro de Formación Profesional
El sello IB no se obtiene de un día para otro. Cada escuela debe integrar dos asignaturas de la familia profesional (por ejemplo, Biología y Química en Emergencias Sanitarias) y cuatro troncales IB:
Troncal IB | Descripción breve |
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Proyecto de Reflexión | Investigación aplicada a un reto real de la industria. |
Horas de Servicio a la Comunidad | Voluntariado que conecta aula y entorno social. |
Idioma Extranjero | Nivel académico capaz de abrir puertas fuera de España. |
Habilidades Profesionales | Talleres de liderazgo, comunicación y emprendimiento. |
Además, el centro debe acreditar profesorado bilingüe, convenios con empresas y un plan de evaluación continuo enfocado en competencias, no solo en exámenes.
¿Merece la pena el esfuerzo? Si atendemos a las empresas que, como advierte Hernández, buscan “personas más que títulos”, la respuesta parece clara. El POP se erige como una vía para combatir la sobrecualificación y dotar a los jóvenes de las soft skills que marcan la diferencia en las entrevistas. Y, aunque la convalidación universitaria aún sea asignatura pendiente, el pasaporte internacional que ofrece amplía horizontes.