El 1 de mayo de 2023, Javier (nombre ficticio) cayó en coma a causa de una meningitis neumocócica. Mientras permanecía inconsciente, su empresa del sector energético decidió despedirlo sin previo aviso. Varios meses después, al recuperar la consciencia, descubrió que le habían dado de baja el 3 de junio, un hecho que lo motivó a iniciar acciones legales por despido improcedente.
La situación terminó con el reconocimiento de la improcedencia del despido y una indemnización superior a los 3.000 euros para el trabajador, lo que expone los desafíos legales a los que pueden enfrentarse las personas en condiciones de extrema vulnerabilidad. ¿Te imaginas despertar y hallar tu contrato finalizado de la noche a la mañana?
Las claves sociolaborales para impugnar un despido en casos de enfermedad grave
Este caso pone de relieve los procedimientos que permiten impugnar un cese laboral cuando el afectado no está en disposición de defender sus derechos. Javier, con dos años de trabajo encadenado en contratos temporales, se encontró en coma, una circunstancia que impidió el cumplimiento del plazo general de 20 días hábiles para reclamar el despido ante los tribunales.
Sin embargo, sus abogados alegaron que el trabajador, por su estado de salud, no tuvo posibilidad alguna de conocer su situación. Basándose en el Código Civil, la caducidad del plazo se suspendió hasta que Javier pudiera ser consciente del despido y ejercer su derecho de defensa
Recomendaciones legales para trabajadores que no pueden defenderse a causa de su estado de salud
Si una persona no puede reaccionar de inmediato ante un cese por motivos médicos, es fundamental contar con familiares o representantes que revisen la situación laboral con la mayor celeridad posible. En este escenario, lo más aconsejable es recabar la siguiente documentación:
- Certificado médico que acredite la imposibilidad de actuar legalmente.
- Informe de vida laboral, para verificar la fecha de baja en la Seguridad Social.
- Contratos de trabajo firmados con la empresa, donde se determinen las condiciones de la relación laboral.
- Notificaciones o cartas de despido si se han recibido.
No hay que olvidar que estos pasos pueden resultar decisivos para paralizar la caducidad de los plazos y permitir al trabajador la oportunidad de defenderse.
Principales plazos y requisitos que toda persona debe conocer antes de demandar un despido
Para arrojar un poco más de luz sobre los plazos y procedimientos básicos, aquí se muestra una tabla que resume la línea temporal seguida en el caso de Javier:
Fecha | Hecho relevante |
---|---|
1 de mayo de 2023 | Javier cae en coma por meningitis neumocócica |
3 de junio de 2023 | La empresa le da de baja sin previo aviso |
Septiembre de 2023 | Javier despierta y descubre su despido al revisar su vida laboral |
Finales de septiembre | Se presenta la demanda por despido improcedente y la empresa reconoce la improcedencia |
Generalmente, se dispone de 20 días hábiles para reclamar un despido, si bien este plazo puede interrumpirse o suspenderse ante circunstancias excepcionales que impidan actuar. La historia de Javier evidencia la importancia de estar atentos a cualquier movimiento empresarial que afecte a nuestra vida laboral.
En este caso, la firme actuación de sus familiares y la asesoría jurídica resultaron decisivas para impedir que el plazo de reclamación expirara. Si te ves en una situación similar, conviene que revises cuanto antes tu estado de alta o baja en la Seguridad Social y cuentes con el apoyo de un experto que defienda tus derechos.