El gobierno del territorio de Estados Unidos de las Islas Vírgenes ha decidido emprender una batalla legal contra las gigantes empresas Coca Cola y Pepsi. Ha redactado y presentado una demanda en la que las acusa de promover falsas prácticas de reciclaje y de contaminar de forma masiva hasta dejar una huella ambiental casi imposible de eliminar. La práctica radica en que ambas compañías han promovido y distribuido productos en envases de plástico de un solo, mintiendo sobre su proceso de reciclaje.
Las Islas Vírgenes demandan a Coca Cola y a Pepsi
El gobierno de las Islas Vírgenes ha hecho pública una demanda en la que acusa a Coca Cola y Pepsi de generar una enorme cantidad de residuos plásticos en su territorio mientras promueven como técnica de márquetin y para aumentar sus ventas, una falsa idea de que son empresas sostenibles que reciclan su plástico o utilizan materiales reciclados para sus botellas y latas.
Acorde a la demanda interpuesta, se alega que estas acciones han generado una importante crisis de residuos que desde los servicios de basuras y vertederos del territorio no están siendo capaces de gestionar ni de eliminar. Las compañías de refrescos gaseosos más famosas del mundo habrían producido millones de toneladas de plástico, llegando a invadir en muchos casos las costas, mares y espacios públicos de este archipiélago.
En la demanda se sostiene el argumento de que tanto Coca Cola como Pepsi fabrican y embotellan las bebidas que luego venden de forma masiva en envases de plástico de un solo uso sin implementar ni financiar un sistema responsable para su eliminación sin que esto suponga un riesgo para el medio ambiente.
El Departamento de Licencias y Asuntos del Consumidor de este territorio es el que se ha encargado de redactar y de interponer dicha demanda ante el descontrol en el que han visto sumida la gestión de los residuos plásticos. Además, en el escrito legal apuntan especialmente a la técnica conocida como greenwashing que utilizan las dos multinacionales, que consiste en realizar algunas campañas sobre reciclaje y otras prácticas medioambientales para vender más productos, cuando en realidad están produciendo grandes cantidades de contaminación en la producción de sus productos.
El impacto ambiental, turístico y en la salud
En la demanda se utilizan otros argumentos que subrayan lo perjudicial que es esta contaminación plástica puede ser a nivel de salud para la población de las Islas Vírgenes en particular y del planeta en general. La presencia de este material en los océanos genera lo que se conoce como microplásticos, y tienen un impacto negativo en la salud de los seres humanos y otros animales que viven en el mar.
Además, según el texto presentado, las cantidades de plástico contaminantes han alcanzado niveles prácticamente imposible de eliminar de los dos vertederos principales que están al borde del colapso, por lo que se está empezando a acumular en los espacios públicos. Esto también tiene un enorme impacto en el turismo, que representa en estas islas casi el 60% del PIB del territorio. Las playas y los parques naturales llenas de plástico y de residuos, hace que los turistas se replanteen viajar hasta allí, y esto tiene un impacto directo en los ingresos locales.
Las dos multinacionales han defendido sus políticas ambientales destacando otras iniciativas a nivel global, sin embargo, las administraciones de las islas consideran que esto es insuficiente y no responde al problema generado en su territorio ni ofrece una solución real para atajar el problema de la contaminación plástica.
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