Seguro que alguna vez, mientras aguardabas tu vuelo con el café en la mano y el avión todavía “a saber dónde”, te has preguntado quién controla todo ese tráfico en el cielo. Quizá pensaste que era cuestión de un par de pantallas y mucha sangre fría. Pues sí y no. El controlador aéreo funciona como un DJ del espacio aéreo: coordina entradas, salidas y evita que los aviones bailen un pasodoble indeseado a 10.000 metros. No es un oficio de ciencia ficción, pero sí exige reflejos felinos, buena vista y un dominio exquisito del inglés. Y, por supuesto, una inversión económica de las que obligan a revisar la cuenta corriente varias veces.
¿Qué hace un controlador aéreo y por qué tanta fama?
Ser controlador va mucho más allá de decir “cleared for take‑off” con voz de película. Estos profesionales supervisan cada fase del vuelo (despegue, ascenso, crucero, descenso y aterrizaje) minimizando cualquier riesgo de colisión.
Además, actúan como cerebro central cuando se desatan imprevistos: tormentas caprichosas, vuelos con demora o emergencias médicas en pleno aire. ¿El resultado? Miles de pasajeros llegan sanos y salvos a destino, aunque para ellos la jornada termine cuando otros apenas empiezan su mañana.
Requisitos imprescindibles para sentarte en la torre
Para enfundarte los auriculares hay que cumplir algo más que ganas y buena voluntad. Primero, ENAIRE convoca pruebas selectivas periódicamente (la última oleada se publicó en enero de 2025) y solo admite ciudadanos de la Unión Europea mayores de 18 años con Bachillerato o equivalente. Estos son los requisitos:
- Edad mínima de 18 años y ciudadanía de la UE.
- Título de Bachillerato o estudios que den acceso a la universidad.
- Inglés fluido (nivel mínimo C1) y español impecable.
- Reconocimiento médico aeronáutico clase 3: vista, oído y estado mental a pleno rendimiento.
- Ausencia de antecedentes penales graves.
- Superar las fases de examen escrito, psicotécnicos, prueba de inglés, entrevista y chequeo médico final.
Una vez cruzada esta primera meta, llega el contrato en prácticas bajo licencia de alumno. “Horas y más horas” es el mantra: hasta que no sumes las reglamentarias y te evalúe un instructor sénior, la licencia definitiva seguirá en stand‑by.
¿Cuánto cuesta realmente el curso de controlador aéreo en 2025?
Que no te pille con la tarjeta temblando porque las cifras son dignas de película de suspense:
Centro de formación (ubicación) | Precio orientativo del curso |
---|---|
SENASA, Madrid (la “vieja escuela”) | 45.000 € |
Universidad Carlos III, Madrid | 26.000 € |
U. Castilla‑La Mancha, Ciudad Real | 24.000 € |
UPC, Castelldefels (Barcelona) | 29.000 € |
FTEJerez, Jerez de la Frontera (Cádiz) | 39.000 € – 46.000 € |
Los importes incluyen formación teórica, simuladores y tasas de examen, pero no el posible alojamiento si estudias lejos de casa. Así que conviene sumar alquiler, desplazamientos y dietas antes de firmar nada.
Pasos prácticos para pillar plaza con ENAIRE
Primero, mantente atento al BOE: las convocatorias suelen publicarse con tres meses de antelación. Segundo, inscríbete online y prepara la documentación (DNI, título académico, certificado médico provisional). Tercero, organiza un calendario realista de estudio: teoría aeronáutica, fraseología inglesa y test psicotécnicos a diario.
Posteriormente, cuando te asignen centro de prácticas (puede ser la torre de Barajas o el ACC de Sevilla) aprovecha cada sesión con tu instructor. Pregunta, anota y repite procedimientos hasta que salgan casi sin pensar; la seguridad aérea no admite improvisaciones. Por último, tras completar las horas mínimas y aprobar la evaluación final, recibirás la ansiada habilitación que te permitirá controlar tráfico de manera independiente… y presumir, con razón, de trabajo de altura.